Washington/EFE.- Demócratas y republicanos protagonizan una lucha, voto a voto, por lograr el control del Congreso de Estados Unidos, en los comicios del próximo martes, cuya nueva composición afectará el rumbo de medidas de envergadura nacional.

Aunque la oposición tiene recursos para bloquear proyectos, el partido que se impone en el Congreso es el que controla la agenda y calendario de las decisiones pendientes de debate y votación.

El futuro de medidas como la reforma migratoria, cambio climático o la ley energética, dependerá en gran parte de quienes lleven el timón a partir de enero del 2011.

En la actualidad, el partido demócrata controla las dos Cámaras, si bien la tradición política dicta que el partido que gana las presidenciales tiende a perder las legislativas dos años después.

Varias encuestas revelan que los republicanos podrían alzarse con el control de la Cámara de Representantes y, aunque menos probable, del Senado.

Los republicanos prometen que, de ser así, entre sus primeras tareas figura la revocación de toda o buena parte de la controversial reforma de salud, aprobada en marzo pasado sin ningún apoyo de la oposición.

El presidente Barack Obama y los demócratas pintan estas elecciones como una opción entre el regreso a las políticas “fallidas” de los republicanos y el avance de medidas que saquen al país del atolladero en que se encuentra.

En los comicios del próximo 2 de noviembre, estarán en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 de los 100 en el Senado -incluyendo la elección especial para sustituir al fallecido Robert Byrd, de Virginia Occidental- 37 gobernadores y otros cargos locales y estatales.

Los demócratas tienen prácticamente asegurados 155 escaños en la Cámara Baja frente a 168 de los republicanos, lo que dejaría un total de 112 escaños como los más reñidos. En el Senado, 19 se presentan como los más disputados.

El Partido Republicano tiene una ventaja de siete puntos porcentuales en intención de voto sobre el Demócrata, cuatro más que hace un mes, según una encuesta reciente del diario The Wall Street Journal y la cadena televisiva NBC News.

En la cuerda floja

Como líder de la mayoría demócrata en el Senado, el senador de Nevada, Harry Reid, es el principal responsable de impulsar las prioridades de Obama en esa cámara, donde los republicanos mantienen un muro de resistencia.

El problema es que Reid no tiene asegurada su reelección y su rival, la republicana Sharron Angle, respaldada por el movimiento ultraconservador “Tea Party”, ha logrado abrirse un hueco entre los votantes.

Al igual que en otros rincones de Estados Unidos, golpeados por una alta tasa de desempleo y el continuo goteo de ejecuciones hipotecarias, los políticos republicanos han aprovechado esa crisis y el descontento de los votantes para poner contra las cuerdas a los demócratas.

La derrota de Reid en Nevada tendría un gran impacto psicológico y sería, sin duda, una importante victoria política para quienes lo han querido vincular con medidas impopulares.

Nancy Pelosi, elegida en el 2006 como la primera presidenta de la Cámara de Representantes en la historia, también corre el riesgo de perder el puesto y tener que cederlo al líder actual de la minoría republicana, John Boehner, representante por Ohio.

En feroces campañas publicitarias, ambos partidos luchan por afianzar el apoyo de sus bases y arañar más votos entre los independientes, hispanos, mujeres, jóvenes y los que votan por primera vez.

Las legislativas de medio mandato irán acompañadas de 160 referendos organizados en 50 estados del país.

Por ejemplo: la industria petrolera destinó $3,6 millones para una propuesta tendiente a suspender la ley que limita las emisiones de gas de efecto invernadero en California. En ese estado, a su vez, el multimillonario George Soros donó $1 millón para la propuesta que busca legalizar la marihuana, aunque el uso medicinal del cannabis es posible desde 1996.

El 46 por ciento de los estadounidenses está a favor de que se legalice la marihuana y el 50 por ciento en contra, según un sondeo de la empresa Gallup, divulgado el jueves pasado, a dos días del referéndum que tiene previsto celebrar California.