Mauricio Astorga, actor
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México D.F.- Hay mentiras de todo tipo, desde las piadosas hasta las oscuras. La mentira es casi tan vieja como la existencia de la humanidad.

Es más, ¿quién de nosotros no ha dicho alguna vez aunque sea una mentirilla blanca?

Y el que diga que nunca ha mentido, está mintiendo.

¿Quién no ha escuchado estas?

No tomo más.

Prestame ¢1.000 colones y te los pago mañana.

Te iba a llamar y justo me llamaste.

Es que el “profe” me tiene mala voluntad.

El lunes empiezo la dieta.

Me gustaste desde que te vi.

Ese vestido se te ve súper bien.

Te juro que no le cuento a nadie.

Sólo somos amigos.

Te llamo en cinco minutitos.

¿Aló, Papi?....Me voy a quedar a dormir en la casa de una amiga.

Dame un tiempo, tengo que aclarar mis sentimientos.

Una probadita, nada más.

Te juro que se me perdió tu teléfono.

No sos vos, soy yo.

Y así hay muchas.

¿Tiene usted alguna otra de uso frecuente?

A veces las mentiras pueden ser blancas, y no le hacen daño a nadie, pero no hay que olvidar que muchas mentirillas blancas juntas, van madurando y se convierten en mentiras muy turbias. Por eso siempre es mejor enfrentar la vida con sinceridad. A la larga, puede ser menos complicado.