Angélica Rodríguez, colaboradora
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En vida, Carmen Granados fue conocida como el “Alma Nacional”, siempre alegre, coqueta y folclorista pero si tuviera la oportunidad de ver la que hoy es su tumba no lo podría creer.
El descuido, abandono y deterioro de las bóvedas en nuestro país es más común de lo que se piensa.
“No se preocupan por darle mantenimiento a la famosa Rafela, imagínese que cuando murió un familiar nos pidió que le arregláramos la tumba, la pintamos mi papá y yo y nunca nos pagaron, contó Juan Carlos Orozco, trabajador del Cementerio Obrero.
Intentamos localizar algún familiar de Granados sin embargo no contestaron las llamadas telefónicas.
Durante el recorrido que realizó un equipo del periódico Al Día por el cementerio Obrero encontró gran cantidad de tumbas en mal estado, entre las que destaca una bóveda que tenía la raíz de un árbol en su interior y empezaría a partirla en dos.
Los panteoneros están acostumbrados a verlas, pero no tienen obligación de repararlas o darles mantenimiento.
En este camposanto laboran tres hombres que se dividen labores pero expresan angustia ante el mal estado de las tumbas.
“El descuido es de los familiares que nunca vienen y le echan la culpa a los administradores, no se responsabilizan por cuidar la morada de sus seres queridos”, aseveró Juan Carlos Orozco, trabajador del cementerio Obrero.
El cementerio General está a cargo de la Junta de Protección Social y en él están enterrados varios expresidentes de la república, pero lastimosamente ni ellos escapan al hampa y el olvido.
Roban bronce
Juan Rafael Mora Porras gobernó Costa Rica en dos ocasiones durante los años 1849 al 1860 y hace cuatro meses le robaron la placa de bronce que tenía en su bóveda. Hasta el día de hoy no la han repuesto.
Otro ejemplo es León Cortés quien asumió la presidencia de nuesto país en el año 1936 hasta 1940. A su tumba le falta un escudo de bronce, una llama decorativa que alguna vez tuvo y varias letras de la placa.
Según el artículo 7 de la Ley de cementerios: “Es obligación de los dueños o encargados mantener en buen estado las parcelas, mausoleos y tumbas”.
El paso del tiempo y la falta de interés de propietarios o encargados impide mejorar la iluminación por las noches e incluso se pudo observar en el cementerio de Desamparados agua estancada en varias pilas descuidadas.
“Para los nuevos nichos no se permiten ese tipo de ornamentos ya que no siempre mantiene flores, son lindos en algún momento pero en la práctica no son funcionales.” informó Mauren Fallas, alcaldesa de Desamparados.
La tapia del cementerio de Zapote está llena de Graffitis, otras no cuentan con el alambre de navaja que impida el acceso de ladrones.
Antes eran vistos como lugares sacros, hoy no son respetados por el hampa y en muchos casos están abandonados.
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