Angélica Rodríguez, colaboradora
redaccion@aldia.co.cr

         

Un día después de que el exfutbolista de la Liga Deportiva Alajuelense, Óscar Valverde estuviera a punto de morir por el impacto de un rayo en Desamparados, nos recibió en su casa ubicada en Alajuela para contarnos su historia.

“Empezaron a caer rayos pero estábamos tranquilos, ya íbamos a terminar el trabajo cuando cayó un rayo y nos tiró al suelo, el muchacho y yo quedamos paralizados y sólo podíamos mover la cabeza”, contó asombrado y afectado Valverde.

El susto aumentó cuando se dieron cuenta que su compañero Warner Garita quedó inconsciente durante varios minutos.

“Yo logré levantarme mareado, los rayos seguían cayendo y lo que quería era sacar a mis compañeros de la cancha y ponernos a salvo”, aseveró Óscar.

La única secuela visible para él es el dolor de su brazo izquierdo, pero los exámenes para darle de alta fueron rigurosos.

“Me hicieron varios electrocardiogramas en un mismo día para asegurarse de que mi corazón está funcionando bien”, indicó el ex futbolista.

Los compañeros de Valverde si sufrieron quemaduras varias, pero se reportaron como estables en las camas número 443 y 444 de la unidad de quemados del Hospital San Juan de Dios.

Ambos pacientes podrían permanecer internados por una semana más, dependiendo de su evolución.

Para Óscar la vida cambió y agradece a Dios poder contar su historia.

“Las estadísticas dicen que son pocos los que podemos contar el cuento, la naturaleza es indomable y a veces uno juega con la lluvia pero es peligroso, ahora aprendí que es mejor tardarse media hora que perder la vida”, expresó con nostalgia.