Neyssa Calvo Achoy
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Frente a la cámara posa como un modelo y con guitarra en mano deja salir su esencia como músico y compositor.

Esteban Calderón, quien se mueve entre los géneros musicales pop, rock y funk, nació en plena capital ahí por la Corte Suprema de Justicia.

De su niñez no recuerda mucho, pero sí que le apasionaba el fútbol y sobre todo las mejengas. Sus juguetes preferidos eran las cajas de cartón con las que iba al espacio o se convertía en un piloto en las pistas de carros, que improvisaba por toda la casa con cinta adhesiva.

Imaginación que hasta el día de hoy mantiene viva y usa para crear música y destacarse en un medio donde la lucha frente al micrófono en muy fuerte.

Al verlo sobre el escenario pocos podrían imaginar que el ser cantante nunca cruzó por su mente y hasta le daba pena. Pero todo cambió cuando a falta de un cantante en el “cole”, en el 2002, se animó a subir a la tarima y ahora no concibe su vida sin cantar.

Eso sí, su encuentro con la música fue mucho tiempo atrás porque cuando tenía tres años tocaba las teclas del piano. Después siguió con la batería y su amiga fiel, la guitarra.

Para él estar frente a gran cantidad de gente es casi algo normal, pues desde pequeño ofrecía conciertos de piano.

Si se equivoca, no le preocupa pues no le tiene miedo al fracaso. Todo lo contrario le sirve de empuje para hacerlo mejor la siguiente ocasión.

Sus gustos son como los de cualquier chico de 23 años. Ama el sol y la arena, una buena película y es un gran dormilón.

Y cuando se trata de subir la adrenalina al máximo se entrega a la aventura, entre las olas del mar con una tabla de surf o un esquí acuático.

Sin duda los deportes le hacen clic e incluso cuando estuvo en el “cole” fue parte de la selección nacional de tenis y compitió en los encuentros centroamericanos.

Pero lo que más usa como terapia para alejarse del cansancio del diario vivir, es escribir las canciones que lo han puesto en el mercado nacional e internacional.

Su último viaje fue hace un mes al cantar en el World Expo en Shanghai, China.

“Mis letras son vivencias, entonces cuando escucho las canciones revivo lo que estaba sintiendo en el momento que fueron escritas”, comenta el cantante de larga cabellera.

¿Qué lo inspira? Lo que siente y todo lo que gira alrededor de la vida, dijo.

Las piezas de su único disco “Después de Uno”, lanzado en el 2009, fueron escritas con “sangre”.

Debido a que la mayoría de las canciones grabadas fueron inspiradas en una exnovia con quien sufrió mucho.

Por buen camino

Ya tiene seis años de promocionar su trabajo como solista y en ese tiempo ya suma varios logros: un disco, colocar sus dos videos en la cadena MTV Latinoamérica, el último “Si tú eres así”.

Además de recibir este año el Premio ACAM al Compositor del Año en Música Pop.

Vive su carrera musical con intensidad y desde ya, trabaja en lo que será el nacimiento de su próximo disco, el cual podría salir en el 2011.

Es un hombre que no se queda quieto un sólo instante.

Él sabe que para crecer en todo sentido hay que trabajar mucho.

Y es que este galán que roba suspiros en sus conciertos tiene bajo el brazo un título de Administración de Empresas y está sacando una maestría en ese campo.

Maneja una agenda apretada, pues divide su tiempo entre sus conciertos, los estudios y no hace mucho incursiona en el mundo del modelaje.

“No soy modelo, aunque recientemente me han salido algunas oportunidades. Vamos a ver que pasa”, dice entre risas.

En el pasado no le preocupaba mucho su figura. Sin embargo, antes de hacer la filmación de su primer video “Y cómo hago ahora”, le recomendaron bajar unas cuantas libras.

“Así que me lo tome en serio y baje nueve kilos en dos semanas. Sólo hice sesiones de ejercicios y empecé a comer sano con porciones menores”, recordó.

A partir de esa experiencia tomó conciencia de su salud aunque le cuesta resistir la tentación de disfrutar de un dulce.

Esta es una disciplina que desea mantener aquí y fuera del país.