Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr

“A un perro no le importa si usted es rico o pobre, inteligente o torpe, listo o tonto. Entréguele su corazón y él le entregará el suyo”, escribió John Grogan.

La frase de este escritor que inspiró la película “Marley y yo”, se cumplió a cabalidad ayer en la feria de adopción que organizó SOS Mascotas, en el gimnasio Arena Trek, en Escazú, ubicado en el centro comercial Paco.

Allí estuvieron perros de ojos y orejas vivaces, de caras alegres y tristes, peludos y no tanto, que con la mirada buscaban que un amo les diera un hogar, comida y sobre todo mucho cariño.

Los animales fueron entregados vacunados, castrados y desparasitados.

La actividad sirvió no sólo para buscarle un hogar a un animal, sino para que muchos dueños tuvieran un vínculo especial.

“A veces la persona que se lleva un perro tiene más beneficio del que se imagina, pues casi siempre es la mascota la que encuentra al amo y le da un nuevo significado a su vida”, aseguró Ileana Aguilar, de SOS Mascotas.