Milton Montenegro
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¡Que alguien levante al caricaturista Robert Ripley de su tumba y le cuente!, que alguien le diga: aunque usted no lo crea, ese equipo que juega mal y no ha logrado ganar como visitante, es el campeón del fútbol de Costa Rica.

Robert Ripley, quien creó la sección periodística “Aunque usted no lo crea”, aquella serie de acontecimientos extraños o curiosos, sin duda haría un trabajo sobre Saprissa, un equipo sin alma, sin hambre de ganar, que se deja irrespetar.

No es el plantel arrollador que siempre ha dicho Roy Myers que desea de su escuadra, este es un campeón que parece hecho de papel. Es un campeón fácil de doblegar, tan fácil que empató a dos a los 86 minutos y no pudo amarrar la paridad; la defensa, uno de los puntos débiles de la “S” se quebró ante el remate del brasileño Jorge Barbosa, quien hizo el definitivo 3 por 2 al minuto 88.

A este campeón le cuesta jugar al toque, abrir a los costados, moverle la pelota al rival y matar cuando se presentan las ocasiones de sacudir las redes.

Barrio México con su fórmula poco atractiva, pero efectiva, liquidó sin problema a los morados. Los del barrio apelan a la fuerza para recuperar la pelota, en ocasiones al golpe y así le bajaron el ímpetu a Centeno y a Sirias, quien quiso correr por la banda y se agotó. Con el pase largo, tocando poco, brincándose el medio campo, el cuadro de Marvin Solano le hizo tres a los capitalinos y bien pudieron ser cinco las anotaciones.

Myers debe colocarse la mano ante su cara y ver que tiene cinco dedos de frente, que su defensa es frágil, por alto le ganan casi todas y que hay jugadores que no le rinden. ¿Por qué no le da la opción a Josué y a Alemán de titulares?, solo él y su terquedad lo sabrán.