Carlos Láscarez S.
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“Como el niño no le decía papá se enojaba, lo desnudaba, lo golpeaba con una cutacha y luego lo lanzaba a un hueco que hizo en la casa”, recordó ayer una mujer de apellido Moya, de 24 años, quien fue la excompañera sentimental de un nicaragüense de apellido Alemán, quien es juzgado desde ayer en la Sala 1 de los Tribunales de Juicio de Desamparados.

Al imputado se le acusa de los delitos de tentativa de homicidio, abandono de persona incapaz, incumplimiento de medidas de protección y agresión con arma en perjuicio de sus dos hijos, quienes tienen año y dos meses y otro de dos años y medio.

Tras escuchar la acusación del fiscal Carlos Díaz, el sospechoso declaró y negó los cargos, para luego escuchar la extensa y minuciosa declaración de su exmujer.

“Fue un mes y medio de golpes, agresiones y violencia lo que vivimos. Una vez, al mayor lo agarró a fajazos por la espalda sólo porque no le decía papá. A mí, en una ocasión me agarró en las costillas como si fuera un saco de boxeo”, relató Moya ante el tribunal.

Agregó que el sospechoso le dijo que si lo denunciaba, mataría en una montaña a los hijos, los lanzaría a un río y escaparía.

“Recuerdo que una vez, enojado, le hundió la cabeza a golpes y que el niño pegó en una pila, lo que provocó que sangrara mucho. Él se drogaba con marihuana y una piedra blanca. Cuando no le gustaban los frijoles que hacía, se ponía altanero, hasta me dio un reglazo en una pierna”, aseguró.

El rescate del infante ocurrió el 17 de octubre del 2009 por oficiales de la Fuerza Pública, luego de que lo hallaron solo, bajo una cortina, cerca de una candela.