Angélica Rodríguez, colaboradora
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Tibás. Desde tempranas horas de la mañana los seguidores de Jon Bon Jovi empezaron a llenar las afueras del estadio Ricardo Saprissa, en Tibás.

Las parrillas comenzaron a calentar para ofrecer carne, salchichón y pollo a los fanáticos que almorzarían cerca para resguardar su espacio en la fila.

Desde el jueves un grupo de 25 personas llegaron de Puriscal, Santa Ana, Heredia, Aserrí y Tibás para turnarse y hacer fila sin importar la lluvia.

“El viernes estuve en el hotel y los conocí, los pude saludar, hace cinco meses los vi en un concierto en Miami, pero en Costa Rica hasta ahora puedo”, contó emocionado Abraham Madrigal, vecino de Puriscal.

El tiempo transcurrió diferente para todos: unos aprovecharon para echarse una siestita, otros jugaron cartas, algunos prefirieron repasar las letras de los éxitos del grupo para ir calentando el ambiente; en fin, las horas pasaron rápido y a eso de las 3 p.m inició la primera prueba de sonido de la banda.

Camisetas negras a cinco mil colones, bufandas, fotos de la agrupación y hasta joyería ofrecieron los comerciantes que como siempre buscaban hacer su agosto, sin embargo, el orden reinó tanto en la fila, como en los alrededores del estadio.

Hubo bastante presencia de la Fuerza Público, incluso oficiales a caballo y no se reportaron incidentes. La venta de dos capas a ¢1.000, entradas de Palco a ¢50 mil y un ambiente familiar fue parte de lo que vivieron miles de seguidores de Bon Jovi horas antes del espectáculo que forma parte de su gira “The Circle Tour”.