Generalmente se manifiestan en personas entregadas a una vida intensamente espiritual y sumamente mística, pero se pueden hallar también en otros individuos.
Existen heridas visibles e invisibles y algunas de sus características más relevantes, son que a pesar de ser llagas, no se infectan, aparecen espontáneamente, tienen sangrado constante, fuerte dolor físico como moral y no tienen explicaciones naturales.
No obstante, “en algunas enfermedades de la piel el trastorno psicológico es muy importante, como en la dermatitis manipulativa. Estos pacientes por lo general son psicóticos”, explicó la doctora Alejandra Mariño, en el reportaje “Estigmas” de la página, aforteanosla.com.ar.
Mariño señala que el libro “Dermatología en Medicina General”, de Fitzpatrick, considera los estigmas como “una entidad patológica llamada “púrpura psicógena”, y los incluye como casos extremos dentro de una serie de afecciones de la piel que poseen un desencadenante psicológico”.
Diversas confesiones cristianas consideran que pueden ser de origen sobrenatural, un don de Dios o una intervención diabólica, causadas por el mismo sujeto que las porta.
Según la página escalofrío.com, el fenómeno de los estigmatizados se ha presentado en países como Estados Unidos, Italia, Francia, España, Inglaterra y Alemania.
Algunos de los casos de estigmatizados más famosos son: Santo padre Pío de Pietrelcina (1918), San Francisco de Asís (1224), Santa Catalina de Siena (1375), Santa Gema Galgani, Santa Rita y Santa Verónica Giuliani.
En abril de 1995, la revista “Time” hizo un artículo sobre milagros y concluyó: “Las personas están sedientas de señales”.
Joselyn Alfaro al aire hasta el 25 de abril
Porpartes ya se metió al estudio