Llega la noche y con ella muchos padres deben lidiar con sus hijos para que se vayan a sus camas sin problema.
No es una tarea sencilla. De ahí la importancia de echar mano de estrategias para crear en los pequeños la sana costumbre de ir a descansar tempranito.
Y es que la falta de sueño puede afectar su buen desempeño en el hogar y más aún en el aula, porque genera dificultades para concentrarse, aprender y modular sus impulsos, comentó el psiquiatra Ricardo Millán del Hospital Metropolitano, en San José.
Agregó que el 45 por ciento de la población mundial tiene quejas relacionadas con el sueño en algún momento de su vida.
¿Qué se puede hacer? El pediatra José Fabio Barquero, de la clínica de Tibás, recomendó establecer las reglas del juego desde que son muy pequeños. Es decir, definir horarios para la hora de la siesta y para ir a dormir por las noches sin trastornos.
En su opinión, dos horas de antes del tiempo de acostarse los menores deben tener actividades pasivas para que no interfiera en el desarrollo del sueño.
Asimismo sugiere valerse de trucos como contar historias o leerles un cuento que los vuelva somnolientos.
El descontrol muchas veces se ve afectado cuando los padres de familia trabajan y llegan a diferentes horas al hogar. En ese caso la pareja debe trabajar para darle calidad de vida a sus hijos sin que afecte su rutina.
Por su parte, el doctor Millán explicó que para tener una buena higiene del sueño hay que evitar sustancias estimulantes y dormir en un ambiente apto: oscuro, silencioso a buena temperatura.
Atentos
Aliados.
Escuchar una canción y hasta tener cerca algún muñeco son prácticas sencillas que le permitirán al niño relajarse.
Sin llantos.
Si su hijo llora, háblele con calma y diga: “Estás bien. Es hora de ir a dormir”. Luego salga de la habitación.
Señales.
Si nota bostezos y restriegue de ojos que busque la cama.