Londres vistió sus mejores galas con motivo de la boda entre el Príncipe William de Inglaterra y Kate Middleton.
Las calles se vistieron de banderas británicas y el gobierno decretó feriado nacional. Miles de personas acamparon para saludar a la caravana real en los alrededores de la abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham, el resto organizaron sus propias fiestas.
Hoteles, bares o locales tienen prepararon un menú especial para conmemorar la ocasión. Los precios oscilaron desde los 30 dólares hasta los 200 dólares o más.
Se calculó que hubo más de 5.500 fiestas convocadas en el Reino Unido. Eso sin contar las pequeñas celebraciones familiares o en municipios pequeños.
Se ofreció comida, bebida y por supuesto el tradicional té de las cinco de la tarde. Se espera que la noche de festejos sea muy larga, por eso se ha permitido a los tradicionales pubs ampliar su horario habitual de cierre.
La tradicional campana que anuncia el final de la venta de alcohol en estos bares no sonará a las 11 p.m., como suele ocurrir, sino a la medianoche o la una de la madrugada.
Por otro lado, cualquier detalle recordó la celebración del enlace en las principales calles de la capital londinense.
“Habíamos venido de turismo, pero es realmente sorprendente todo lo que se ha montado alrededor de la boda”, explicó Ingrid Ojeda, una venezolana de 45 años, acompañada por sus dos hijas. “Es de locos”, añadió.
El London Eye, la gigantesca noria junto al Támesis que ofrece la mejor vista panorámica de toda la ciudad, ofrece un pase gratis a todas las parejas que se llamen Guillermo y Kate.
En el mítico teatro Shakespeares Globe, se representa “Alls well that ends well”, la comedia shakesperiana sobre una doncella que persigue a un príncipe para conseguir su amor.
En la Opera, se ofrece “Cenicienta”, quizá para recordar como Middleton, una plebeya, fue capaz de robar el corazón del príncipe.
Nada escapa al ambiente festivo que rodeó al enlace.
“Cuando organizamos el viaje no sabíamos lo de la boda, pero la verdad es que la ciudad está muy bonita”, relató Javier Ortíz, un turista mexicano de 31 años.
“Ahora tenemos familiares que nos piden recuerdos de la pareja. Sobre todo de Guillermo. Dice mi madre que era el soltero más cotizado”, bromeó.
La mexicana Claudia Pacheco fue una de las primeras en llegar a la Abadía de Westminster con bandera de su país en mano y la ilusión de ser parte de la historia. Pacheco se ha convertido en un rostro casi conocido de las televisiones británicas, desde que el miércoles se ubicó junto allí.
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El Reino Unido decidió retirarle la invitación al embajador de Siria. Un gesto de la diplomacia británica para condenar la represión contra los opositores sirios.
Middleton y el príncipe William dieron a conocer a través de Internet el programa de la boda, que incluyó un emotivo mensaje de agradecimiento.
Algunas personas se reunieron a las puertas del Hotel Goring de Londres, donde Middleton pasó su última noche como soltera.
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