Birmingham/AFP. - Violentos tornados e inundaciones castigan, desde hace días, el sureste de Estados Unidos y dejan más de 220 muertos y un paisaje de ruinas en lo que se perfila como el mayor desastre climático en ese país desde el huracán Katrina, en 2005.
Solo en el estado de Alabama (sur), al menos 131 personas murieron el miércoles, según el gobernador del estado, Robert Bentley. En total, el balance de muertos era ayer de 227.
Los medios de comunicación estadounidenses difundieron imágenes de habitantes de ese estado contemplando, estupefactos, sus barrios completamente devastados tras el paso de los tornados. Ante la magnitud del desastre, las autoridades decretaron el estado de “catástrofe mayor” con el temor de que el número de víctimas siga aumentando.
Orden presidencial
El presidente estadounidense Barack Obama ordenó el miércoles por la noche que el gobierno “reaccione rápidamente” para llevar la ayuda a Alabama, donde entre medio y un millón de personas están sin electricidad.
“Nuestros pensamientos están con todos los afectados por esta catástrofe”, declaró Obama.
Este temporal se perfila como la peor catástrofe natural sufrida por el país norteamericano tras el huracán Katrina, en 2005 (1.500 muertos) y los tornados de abril de 1974 (310 muertos), según el portal web accuweather.com.
También en otros estados se declaró el estado de emergencia: Arkansas (11 muertos), Kentucky, Mississippi (32 muertos), Missouri (3 muertos), Tennessee (30 muertos) y Oklahoma.
Desde que comenzaron las tormentas, el pasado viernes, ya se han registrado 300 tornados, entre ellos 130 el miércoles, según el servicio meteorológico nacional (NWS). Se espera una tregua para el jueves o el viernes, antes de la llegada de un nuevo frente de tormentas el próximo sábado.
Los equipos de socorro trataban de despejar los escombros dejados por los tornados por todos los rincones del sudeste.