El vicario y cura párroco del cantón central de Puntarenas, de apellido Montes de Oca, es investigado por la presunta comisión de los delitos de estafa y coacción, confirmó ayer la Fiscalía.
El religioso fue detenido la mañana del miércoles como parte de las acciones ejecutadas por el OIJ para desarticular una banda integrada por 12 policías, tres exoficiales y dos particulares.
Tras su indagatoria, fue liberado la tarde de ese mismo día sin que dictaran medidas cautelares en su contra. La Fiscalía no encontró pruebas para vincularlo con los cargos que atribuyen a los agentes policiales y a sus cómplices, entre estos robos y extorsiones, así como tráfico de drogas.
Ayer, los 17 detenidos continuaban siendo indagados. La Fiscalía solo solicitó prisión preventiva contra los 12 policías.
Coacción y estafa
A Montes de Oca, de 48 años, lo investigan por estafa y coacción. Este último delito es cometido por quien “mediante amenazas graves o violencias físicas o morales compeliere a otro hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado”, según el artículo 193 del Código Penal. Es sancionado con de uno a dos años de cárcel.
Según Tatiana Vargas, coordinadora de prensa del Ministerio Público, también lo indagaron por estafa. Trascendió que la estafa estaría relacionada con el uso que al parecer Montes de Oca venía dando a limosnas que recibía de los feligreses en Puntarenas.
Ayer se intentó localizar a Montes de Oca, pero no respondió en dos celulares que aparecen registrados a su nombre.
El obispo diocesano de Puntarenas, Oscar Fernández, anunció ayer que separó al religioso de sus funciones para que “pueda dedicarse, enteramente, al ejercicio de su defensa”.
Colaboró: Andrés Garita.
Resguarde su vivienda de ¢100 mil en adelante
Expansión de planta genera 500 empleos
Tribunal indaga daños ecológicos
Disminuye desempleo en el país
Achacan diarrea y vómito al agua
Impulsan plan de ejercicio físico
A prisión por dos homicidios y robos