Jamrud, Pakistán / AFP. - Un hombre-bomba mató a 43 personas e hirió a 117 personas al detonar una carga de 8 a 10 kilos de explosivos a la salida de la plegaria ayer en una mezquita del noreste de Pakistán, una zona convulsionada por la insurgencia de los talibanes aliados de Al Qaida.
El ataque suicida, que ocurrió en el distrito tribal de Jhyber, fronterizo con Afganistán, es el más mortífero de los últimos tres meses en Pakistán, según las autoridades.
El kamikaze activó sus explosivos cuando centenares de peregrinos salían de la plegaria en pleno mes del Ramadán en una mezquita de Jamrud, a 25 kilómetros al suroeste de Peshawar, la gran ciudad del noroeste de Pakistán.
El interior y el jardín adyacente a la mezquita estaban cubiertos de sangre y había miembros humanos esparcidos por doquier.
La explosión resquebrajó las paredes y destruyó todas las puertas y ventanas del edificio.
Ninguna organización reivindicó el hecho hasta el momento. Los atentados más letales en estos últimos años fueron cometidos por el Movimiento de Talibanes de Pakistán (TTP), aliado de la red Al Qaida, que declaró la guerra santa al gobierno por haberse aliado con Estados Unidos.
Unas 4.500 personas murieron en atentados atribuidos a los islamistas en los últimos cuatro años.
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