Si una fundación o empresa le brinda servicios dentales a precios cómodos, mejor piénselo dos veces, pues un tratamiento muy barato puede costarle caro.
En los últimos meses han surgido diversas organizaciones que ofrecen procedimientos odontológicos a precios por debajo de la tarifa mínima establecida.
El problema es que, además de incurrir en competencia desleal, para bajar los costos y compensar el dinero que dejan de percibir las compañías utilizan materiales de mala calidad y reducen normas de bioseguridad, denunció el Colegio de Cirujanos Dentistas.
Rafael Porras, fiscal de ese gremio, dijo que en algunos consultorios comprobaron que se reciclan bolsas de esterilización y carecen de autoclaves (dispositivo para esterilizar).
“No tienen medidas de bioseguridad e incluso a veces no usan materiales de buena calidad, pensando en bajar costos para poder cobrar lo que se está ofreciendo tan barato”, explicó Porras.
El especialista recalcó que no son todas las fundaciones que realizan estas prácticas. De unas 10 que han inspeccionado, dos presentan esas irregularidades.
Los más comunes
Porras comentó que los tratamientos que ofrecen a bajo costo son los más comunes como blanqueamientos dentales, calzas, extracciones y de flúor.
Por ejemplo, si una calza (amalgama) cuesta por lo general unos ¢20 mil, estas fundaciones las cobran en unos ¢7 mil.
“Las tarifas mínimas son establecidas con base en lo que se puede cobrar para que se cumplan con las medidas de seguridad, el odontólogo tenga un salario justo y el paciente reciba un tratamiento adecuado”, manifestó.
