Para el final dejó temas muy románticos e incluso hasta se sospechó que no irían en su repertorio, caso de la bachata “Estrellitas y duendes” y cerró en versión balada con “Ojalá que llueva café”. Contrario a otros artistas Guerra se fue directo a dormir en su hotel, para recargar baterías de cara a su siguiente compromiso.
El encargado de Addictive Productions Andrés Navarrete, comentó que el cantautor salió muy satisfecho con el espectáculo, mismo que repetirá esta noche en el Figaly Center de Panamá.
“Estaba muy contento él y su equipo de músicos por la asistencia del público, la organización y el mismo Estadio Nacional. Lo mismo con Amelia Vega, se mostró muy emocionada”, expresó.
Guerra salió ayer del país pasado el mediodía, pero esta vez en vuelo privado por ofrecimiento de un amigo panameño que tiene la productora. “A son de guerra tour” continuará en Curazao, donde se preve compartirá tarima con Sting y Stevie Wonder.
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