Monterrey, México/AFP.- Monterrey, la joya del progreso económico de México, no sentía preocupación por su seguridad hasta que hace un año y medio irrumpió de lleno la llamada “guerra contra el narcotráfico” con impactantes crímenes como el ataque a un casino que este jueves dejó 52 muertos.
Apenas hace poco más de un mes que Monterrey (noreste), la capital del estado fronterizo de Nuevo León, vivió su semana más mortífera con al menos 71 muertos en enfrentamientos vinculados con los grupos narcotraficantes. 700 oficiales llegaron a reforzar la seguridad.
En el primer semestre del año, la violencia ligada al crimen organizado dejó 846 muertos en Nuevo León, tres veces más que los 278 homicidios registrados en todo 2010, de acuerdo con un balance publicado recientemente por el diario nacional Reforma.
Varias jornadas han concluido con cifras de víctimas de dos dígitos, como la del pasado 15 de junio con 33 muertos, el récord anterior a la matanza del jueves.
Las autoridades no han acusado del ataque al casino a un grupo criminal pero argumentan que la escalada de violencia que padece Nuevo León y el vecino estado de Tamaulipas (noreste), también fronterizo con Estados Unidos, se generó por la ruptura de relaciones entre el Cártel del Golfo y su antiguo brazo armado Los Zetas.