Edgar Fonseca
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Feliz año estimados lectores.

Los ticos estrenamos estadio nacional este 2011.

Una joya arquitectónica china como muestra de sobrado agradecimiento, amor con amor se paga, de la superpotencia asiática a este diminuto país víctima hoy de agresión militar por el régimen de turno en Nicaragua.

Estrenamos una joya de obra, culto a la lealtad, a la laboriosidad de hormiga, al tesón, a la disciplina y a la trascendencia que la cultura oriental lega a la humanidad.

El “nido” chino es un recordatorio permanente a los ticos de una nación que se abrió al mundo, a pesar de la cerrazón de su régimen político.

China multiplicó su inversión en infraestructura en las últimas tres décadas y transformó su sistema educativo. “La expansión ha sido sin precedentes”, dijo recientemente en la revista Time, Richard Levin, presidente de Yale University.

Por ahí va, en mucho, el desafío chino.

Un recordatorio a no cejar en la modernización y transformación de nuestras sociedades, como lo lograron ellos de la mano del pragmático Deng Xiaoping.

La consultora estadounidense Gartner Inc. destaca a Costa Rica a escala mundial como foco de atracción de inversiones del sector de servicios. Hoy 113 firmas de ese sector dan empleo a 30 mil ticos.

Gartner Inc. resalta la educación como uno de los mayores atractivos del país. Pero Panamá, para no ir muy lejos, nos maja los talones, cuando no nos supera ya, en competitividad, infraestructura y, lo más preocupante, en educación.

Tamaño reto a tener en cuenta ante el rezago en que grupos miopes, extremistas, desean hundir a una nación que merece mejor suerte, la suerte china.

Muy feliz año.