Réiner Montero, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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Pococí, Limón.- Edgar Alberto Leandro Manfredi, de 44 años, se convirtió en el primer fallecido por causas violentas del 2011.
Perdió la vida cuando viajaba a la casa de su abuela para darle el saludo de año nuevo, recordó ayer consternada su hija Marilyn.
La víctima, quien durante los últimos 12 años se ganó la vida como guarda en el Colegio Técnico Profesional de Pococí, murió arrollado por el chofer de un automóvil blanco que no se detuvo, según dijeron testigos.
Leandro, casado con Karen Vargas, falleció a 200 metros de la casa de su abuela Anita, situada en la barriada de San Rafael, en La Colonia de Guápiles.
Ahí estaban, además de la señora y otros invitados, tres hermanas, el esposo de una de ellas y una sobrina, precisó Marilyn.
Al momento del accidente, el guarda había recorrido en bicicleta unos 12 kilómetros desde su casa, en La Teresa, donde –minutos antes– había festejado con su esposa, su hija, el yerno y un nieto de tres años, entre otros familiares y vecinos.
Además de la fiesta de fin de año, aprovecharon para celebrarle los 21 años a Marilyn, cumplidos el día anterior.
Hasta esa hora, poco antes de la medianoche, todo era alegría. Además del tradicional queque, hubo comidas, bebidas, baile y karaoke.
“Luego del saludo de la medianoche, de hacer una pequeña oración y de comernos unas uvas, mi suegro nos dijo que iba a visitar a su abuela y unas hermanas. Nosotros le recomendamos no hacerlo porque ya era muy tarde. Inicialmente, nos dio la razón, pero luego, de un momento a otro, cogió la bicicleta y se fue”, recordó ayer su yerno, Edin Ricardo Arrieta.
Él y su esposa Marilyn dormían cuando, alrededor de las 2 a.m., los fueron a buscar para darles la mala noticia.
Don Edgar había pasado buena parte del día en su casa, de la cual salió hacia Guápiles, a comienzos de la tarde, para hacerle “unas horas” a un compañero suyo de trabajo.
“Regresó a La Teresa a eso de la 6 p.m. y se fue directo a la casa de mis papás (Juana Villegas y Edin Arrieta) para saludarlos, pero, sobre todo, para ver a su nieto que lo tenía loco de felicidad”, comentó el yerno.
Ahí fue donde, prácticamente, comenzó el festejo de fin de año porque luego se fueron para la casa de don Edgar y de donde luego salió para visitar a la abuela.
La víctima era un fiel seguidor de la Liga Deportiva Alajuelense y la reciente obtención del título nacional de fútbol aún lo mantenía muy alegre, al punto de haber colocado un póster del equipo en la entrada principal de la casa.
La víctima
Edgar Leandro.
Edad: 44 años
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