Angie López Arias
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El cielo azul y el sol radiante de estos días de enero son el mejor anzuelo para “vacacionar” en la capital sin hacer largos recorridos ni mayores gastos.

¿Y qué mejor que esos dos pulmones josefinos como el Parque Metropolitano de La Sabana y el Parque de La Paz?

Marcela León, vecina de Hatillo 8, le sabe sacarle provecho a La Sabana: “Siempre venimos los domingos, pero por las vacaciones estamos aprovechando entre semana. Hay muchas cosas que hacer. Es un lugar muy amplio, seguro y económico”, dijo León el jueves mientras se ejercitaba en la pista de atletismo y sus sobrinos jugaban con la arena de la cancha de voleibol.

De papalotes y patinaje

Y es que en el centro de San José en estos dos sitios usted puede hacer deporte, divertirse sanamente al aire libre y disfrutar con sus hijos en cualquier época del año y especialmente en este último “tironcito” de las vacaciones.

Estos dos enormes “pulmones” le permiten realizar actividades recreativas, de forma económica y accesible.

Correr, caminar, volar papalotes, acostarse en el zacate, tirarse cuesta abajo en pequeñas lomas con cartones, jugar bola, patinar, pasear al perro o simplemente comer unos sándwich en familia, son algunas actividades que se pueden hacer.

Uno de los deportes que más auge ha tomado es el patinaje gracias a la construcción de una pista desde hace dos años. No solo patinadores profesionales sino también aficionados –niños y adultos- alaban ese sitio.

“Antes ganábamos tres competencias internacionales y ahora ganamos hasta 23 gracias a la pista porque podemos entrenar más. El nivel es alto”, comentó Óscar Jiménez, presidente de la Federación de Patinaje.

“La pista ha triplicado la cantidad de patinadores”, agregó.

Lo que más se puede observar en este parque son familias enteras. Julio Pérez y Daysi Chaverri, se llevaron a sus seis nietos de entre 4 y 16 años a La Sabana a comer y jugar con papalotes.

“Es muy lindo venir. ¡Lástima que los costarricenses no lo aprovechan como deberían! Vea, los niños están de vacaciones y esto está vacío”, lamentó Chaverri.

El Parque de la Paz es otro de los sitios de esparcimiento donde se puede acudir con la familia o amigos para disfrutar el verano.

Jaqueline Bolaños y Any Navarro, vecinas de calle Fallas, Desamparados, le sacaron el jugo al Parque de La Paz acompañadas de familiares e hijos.

“Es un lugar muy sano y accesible. Cuando venimos hacemos un picnic y la pasamos muy bien, podemos sacar a la niña que llevamos dentro”, dijo Bolaños.

Ella afirmó que junto con sus acompañantes decidieron convertir la visita en una tradición.

Poco dinero

Deporte. Los domingos en La Sabana a partir de las 10 a.m. imparten clases gratuitas de aeróbicos. Es mejor que acuda temprano porque van gran cantidad de personas.

Paseo a caballo. Si quiere darle una vuelta al lago montado a caballo puede hacerlo por un costo de ¢3 mil, o bien, por ¢2 mil lo hace en una loma. Los niños disfrutan la actividad.

Cuesta abajo. Con tan solo ¢500 puede adquirir una especie de cartón para tirarse cuesta abajo por unas pequeñas colinas en el Parque de la Paz.

A comer. Sándwich, refrescos o bolsitas para picar son ideales para llevar. Ese “menú” abunda en los alrededores de ambos parques.