Un conjunto volcánico en el sur de Chile conocido como Cordón Caulle seguía arrojando ayer gases, cenizas, escoria, magma y piedras pómez, en medio de una fumarola que supera los 10 kilómetros de alto y que era arrastrada por los vientos hacia Argentina. Del lado chileno se evacuaron 22 localidades de Los Ríos y Los Lagos y unas 3.500 personas están en refugios o en casas de familiares, asustadas por los retumbos y fuertes tormentas eléctricas.