Para nadie es un secreto que las actividades deportivas son muy importante para el buen desempeño del menor no solo física sino psicológico y socialmente. Sin embargo, para ello es necesario que los padres de familia tomen cartas en el asunto y estén pendientes de su alimento.
La nutricionista Marisol Martínez señala que cualquier niño en crecimiento debe tener en su mesa una dieta balanceada y más aun cuando hay desgaste físico.
Tanto Martínez como su colega Marcia Pérez aconsejan hacer los cinco tiempos de comida y contar con un adecuado aporte de vitaminas, minerales presentes en las frutas y las verduras.
Eso sí, hay que tomar en cuenta que el apetito de los niños está influenciado muchas veces en el estado de ánimo, el periodo de crecimiento y sobre todo el nivel de actividad diaria.
En promedio, los pequeños necesitan un aporte diario de carbohidratos del 55 al 60 por ciento, grasas del 25 al 30 por ciento y el restante lo ocupan las proteínas.
“El desayuno es una de las comidas más importantes para empezar el día con energía. Se les puede hacer un batido o darles pan tostado con queso o un poco de huevo picado ”, dijo Martínez.
Al final del día deben haber comido al menos tres frutas, dos vegetales y dos porciones de lácteos sea queso, leche o yogurt.
Es importante no olvidar que el cuerpo necesita de mucho líquido antes, durante y después de cualquier rutina de ejercicio para su adecuada hidratación.
No olvide que al sudar se pierde agua y el cuerpo puede deshidratarse como con los adultos.