Esteban Cuvardic, Al Día
ecuvardic@aldia.co.cr

Tanto Óscar Ramírez como Sarvas dijeron que fue algo así como una “broma” lo que pasó el domingo en el estadio Carlos Ugalde.

Bueno, lo siento, pero no le creo a ninguno de los dos.

Lo que hizo Sarvas fue una falta de respeto hacia su técnico: ¡tirarle agua en medio de un partido...y por la espalda!

¿Se imaginan que un futbolista le haga lo mismo a Alex Ferguson, José Mourinho, Josep Guardiola o el mismo Ricardo La Volpe?

Fatal lo de Sarvas. Me quedé con la boca abierta cuando lo vi en “tele”.

Pero por un segundo pensemos que fue una “broma”.

Es inconcebible que el “Machillo” permita esa clase de bromas.

Y Sarvas debe medirse con sus “bromitas”.

Todo tiene un límite.

Hay bromas de bromas. Tampoco se trata de ser un amargado, desde luego.

Pero lo que yo vi el domingo fue un irrespeto total de un jugador hacia su jefe. Y éste mostró una falta de autoridad evidente.

¿Vieron la cara del “Machillo” cuando se dio la vuelta, luego que Sarvas le tiró el agua? Echaba fuego.

¿Qué hacer?

Ramírez debería dejar fuera de los próximos partidos a Sarvas, por su irrespeto. Y la Liga debería castigarlo económicamente.

Y Óscar que no permita más este tipo de situaciones. ¿Y las bromas? Sí, por qué no, pero a lo interno, y con un límite. Y el señor Sarvas, que no se pase de bromista.

Hay dos clases de bromas (las que caen muy bien y las que caen como una patada en el trasero). Pero recuerden: en lo personal sigo pensando que de broma no tuvo nada lo del domingo.

Por cierto...buen triunfo de la Liga.