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Varios residentes hacen fila para obtener provisiones a las puertas de un supermercado en la localidad de Ogawara. EFE.
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Los escombros se dispersan a través de la amplia extensión de la ciudad de Minami Sanriku,dos días después del sismo. AP.
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Una pareja camina a lo largo de los escombros en una zona residencial de Onagawa, al norte de Japón. AP.
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Un joven llora frente a un centro de evacuación después de saber que un amigo murió en el terremoto y el “ tsunami”. AP.
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Un hombre observaba ayer su casa destruida en la aldea de Noda, prefectura de Iwate, al norte de Japón. AP.
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Un hombre se sienta abatido cerca de los escombros de su casa en la ciudad de Minamisanriku. AP.
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Una columna de llamas y humo emerge de una planta de refinería de petróleo próxima a una central térmica en Shiogama. EFE.
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Efectivos de las Fuerzas de Autodefensa japonesas ayudan a una anciana tras su rescate en la localidad de Ishinomaki. EFE.
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Una mujer camina entre los escombros utilizando muletas y una mascarilla. Sendai ofrece un panorama desolador. EFE.
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KORIYAMA, Japón /AP y EFE. - Las autoridades japonesas lidiaban ayer con una crisis nuclear que tendía a agudizarse con el riesgo de fusión en varios reactores, que forzó el desalojo de 210.000 personas de la costa noreste asolada por el terremoto y maremoto del viernes pasado. Mientras otras 600 mil eran trasladas.
El secretario del Gabinete, Yukio Edano, afirmó ayer que podría ocurrir una explosión de hidrógeno en la Unidad 3 de la estación nuclear de Dai-ichi en Fukushima, donde se encuentra el reactor que podría estar fundiéndose.
El sábado hubo un estallido en la Unidad 1 de la misma planta y los operadores intentaron evitar la fusión del reactor introduciendo agua de mar.
“A riesgo de aumentar más la preocupación de la población, no podemos descartar la posibilidad de una explosión”, indicó Edano.
Alrededor de 210.000 personas fueron evacuadas como medida de precaución.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, pidió a los habitantes evacuar el lugar en un radio de 10 kilómetros a la redonda.
Millones sin agua ni comida
El número de muertos por el terremoto y maremoto del viernes en Japón podría superar los 10.000 en una sola provincia, mientras millones de personas seguían sin agua potable, electricidad ni alimento sobre la devastada costa nororiental, dos días después del terremoto.
Mientras, el Gobierno alerta de que puede haber apagones si no se ahorra luz.
Según datos oficiales divulgados por la cadena de televisión NHK, al menos 1,4 millones de hogares carecen de agua potable desde el viernes y otras 2,5 millones de viviendas están a oscuras en Aomori, Iwate, Miyagi y Fukushima.
También se está racionando el combustible en las gasolineras en las provincias golpeadas por el terremoto, cuya escala fue de 9,0 grados en la escala de Richter.
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Varios residentes hacen fila para obtener provisiones a las puertas de un supermercado en la localidad de Ogawara. EFE.
Los escombros se dispersan a través de la amplia extensión de la ciudad de Minami Sanriku,dos días después del sismo. AP.
Una pareja camina a lo largo de los escombros en una zona residencial de Onagawa, al norte de Japón. AP.
Un joven llora frente a un centro de evacuación después de saber que un amigo murió en el terremoto y el “ tsunami”. AP.
Un hombre observaba ayer su casa destruida en la aldea de Noda, prefectura de Iwate, al norte de Japón. AP.
Un hombre se sienta abatido cerca de los escombros de su casa en la ciudad de Minamisanriku. AP.
Una columna de llamas y humo emerge de una planta de refinería de petróleo próxima a una central térmica en Shiogama. EFE.
Efectivos de las Fuerzas de Autodefensa japonesas ayudan a una anciana tras su rescate en la localidad de Ishinomaki. EFE.
Una mujer camina entre los escombros utilizando muletas y una mascarilla. Sendai ofrece un panorama desolador. EFE.
