Yariela Novo Cárdenas
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“Pensamos seguir en Japón, no es por valentía, ni por irresponsabilidad, es nuestra manera de demostrarle al pueblo japonés el agradecimiento y afecto por como han sido en los últimos años”, afirmó Mario Fernández, embajador de Costa Rica en Japón.

El diplomático confirmo ayer en una entrevista hecha por Al Día que se mantendrá en el país asiático.

“El ministro Castro (René) me ha ofrecido la posibilidad de evacuar, de irme hacia Seúl o a Camboya donde una hija que vive ahí, incluso a Hawaii, pero lo nuestro es quedarnos aquí con toda calma, aseguró el embajador.

“Nosotros no nos quejamos, la casa no sufrió daños, tenemos agua, luz, gas, suficientes alimentos menos leche y pan que han empezado a escasear”, añadió Fernández.

Alrededor de 125 personas se encontraban con él en un hotel cuando ocurrió el terremoto. Narró que en cuestión de segundos todos los que se estaban con él se refugiaron debajo de una mesa.

“Yo no me metí, me apoyé en una columna, pero no podía sostenerme. Las columnas quisieron bailar conmigo, yo me acercaba y las abrazaba y me hacían tirado a un lado y me volvía a levantar y me iba a la columna y como si tuviera vida me apartaban, recordó ayer.

El embajador, junto con varios diplomáticos, entre ellos de Suecia, Estados Unidos y Alemania fueron convocados a una reunión este fin de semana para recibir una charla sobre la explosión del reactor ubicado en Fukushima.

“A nosotros nos dijeron que no había peligro de irradiación, debido a que los contenidos que hay en la atmósfera son muy bajos. Y que el núcleo duro (concreto) en donde se encuentran los materiales radiactivos, había resistido al calor de la explosión”, comentó el embajador.

Fernández manifestó que para contactar a los ticos en Japón ha tenido que utilizar técnicas empíricas, y dentro de los números de teléfonos que tiene se le quedaron 24 personas con las que no han podido tener comunicación , debido a las fallas en las líneas celulares y telefonía fija. “No hemos podido llamarlos por problemas en líneas”, finalizó.

“No estamos exentos”

Ricardo Alvarado hace mes y medio reside en Kyoto en Japón.

“Este es un país (Japón) con fuerte actividad sísmica como Costa Rica y un evento como estos puede darse en cualquier momento. Para nuestro país es una lección que debemos tomar muy en serio, no estamos exentos de una tragedia como ésta”.

“Todo la nación está conmocionado, en lo personal siento gran dolor al ver el sufrimiento de las personas, a los japoneses se les ve llorar y sufrir por sus seres queridos”, contó.

“Mi hijo está bien”

Milagro Carvajal Lépiz, madre de Braulio Castellón, quien hace once meses se encuentra en Japón comentó que su hijo se encuentra bien.

“Luego de que pasó el terremoto mi muchacho me envió un mensaje donde me decía que estaba bien, para que no me preocupara”, explicó.

“Él se encuentra en Okayama, estudiando porque recibió una beca del gobierno japonés, él es ingeniero en metalurgia. Braulio anda con la esposa, quien también es tica”, expresó la madre con mucha serenidad.