Desde hace 20 días varios jóvenes acampan en las afueras del Estadio Nacional, con el objetivo de ser los primeros en entrar y estar al frente de Whitesnake y de Judas Priest.
Lo sorprendente es que todavía falta una semana más para que los británicos se presenten (el martes 27 de setiembre).
Al Día conversó con estos roqueros, para que de alguna manera explicaran su determinación.
“Ser un roquero es más que ponerse una camisa, se lleva en el corazón. Es un sentimiento que se demuestra con este tipo de actos”, aseguró Víctor Segura, quien viene desde Purral de Goicoechea.
A él lo acompañan Adrian Briceño –vecino suyo– Hades Montoya de Coronado y Hellen Castillo de Plaza Víquez.
“Estoy aquí porque Judas y Whitesnake son grupos legendarios y siento mucho amor por ellos y su música”, añadió Montoya, a quien no le importa llevar agua o aguantar el frío.
Segura, por ejemplo, se queda montando guardia 36 horas seguidas, al costado sur del Estadio Nacional, mientras que sus compañeros se van rotando.
“Estamos aquí en la noche, nos vamos a estudiar y regresamos”, contó Montoya, quien está terminando inglés conversacional.
En cuanto a ir al baño no tienen problema. “Vamos a los restaurantes de comidas rápidas, o por algún árbol de los alrededores”, bromeó Briceño.
Dijeron que el sábado fue su peor día, pues llovió demasiado.
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