Internacionales
Viernes 17 de febrero de 2012, Costa Rica

Familiares esperaban ayer por sus muertos

Con olor a muerte se identifica a 355 reos

Comayagua/AP y AFP. - Con tapabocas para soportar el olor de la descomposición de los cuerpos, fiscales, policías y bomberos hondureños trabajaban ayer en lo que quedó de la cárcel incendiada donde murieron 355 reos, en la recolección de indicios y atención de más de 400 sobrevivientes.

Los familiares se aglomeraban para identificar a las víctimas del incendio en un penal.

Tras levantar y enviar todos los cadáveres en contenedores refrigerados a la Morgue de Tegucigalpa, expertos de la Fiscalía se internaron ayer en la zona de celdas de los cinco de los diez módulos que ardieron en fuego entre la noche del martes y madrugada del miércoles.

Ellos les permitió establecer que no se produjo ninguna fuga en medio de la confusión. No registramos que ninguna persona se haya fugado, dijo la gobernadora de Comayagua, Paola Castro.

El vice fiscal general Roberto Ramírez Aldana detalló que en la morgue hay 355 cuerpos, de los cuales 353 fueron sustraidos del penal incendiado y dos más fueron reclusos que murieron por las graves quemaduras que sufrieron mientras eran atendidos en hospitales de Tegucigalpa.

Aldana señaló que hay 20 reos más hospitalizados y 477 permanecen recluidos en las instalaciones del penal que no fueron destruidas por las llamas. Al menos 21 de ellos están en la clínica del reclusorio por lesiones o quemaduras, señaló Castro, quien confirmó que la noche del martes algún reo dejó en el buzón de mensajes de su celular una grabación en la que decía: nos estamos quemando, le metieron fuego.