Yongin, Corea del Sur/AFP.- Koshik, de 22 años, uno de los elefantes del zoológico Everland, aprendió a imitar el lenguaje humano y domina varias palabras.
El animal recibe a los visitantes con un “choah” (bien) y un “nuo” (acostado). También puede pronunciar “annyong” (hola), “anja” (sentado) y “aniya” (no), aseguran los científicos surcoreanos y europeos que estudiaron su vocalización.
Los elefantes son incapaces de usar sus labios para emitir sonidos como los seres humanos porque los tienen unidos a su nariz para formar la trompa. Pero Koshik forma las palabras enroscando la trompa y metiéndola en la boca; luego coloca la punta de su trompa en la lengua, cuyo paladar puede crear diversos sonidos.
Los investigadores ignoran cómo desarrolló la facultad de repetir las palabras que probablemente oyó decir a su cuidador desde hace 19 años, Kim Jong-Gap.
“Los únicos vínculos sociales de Koshik son con su cuidador y creemos que aprendió y que repite las palabras para forjar una relación de confianza con Kim”, explicó el veterinario Oh Suk-Hun.
Koshik nació en 1990 en un zoo cerca de Seúl y llegó a Everland cuando tenía tres años.
