Washington, Estados Unidos / AFP.- El escándalo que rodea la renuncia del jefe de la CIA, David Petraeus, por un affaire extraconyugal, dio un giro ayer por informaciones que indican que su supuesta amante habría enviado mensajes amenazantes a una segunda mujer.
El caso salió a la luz cuando el FBI investigaba si un computador usado por Petraeus, había sido hackeado, según The New York Times y otros medios que citan a funcionarios del Gobierno.
NBC News y otros diarios informaron que la Oficina Federal de Investigación (FBI) centra sus pesquisas en Paula Broadwell, coautora de una biografía de Petraeus, por un posible acceso indebido a información clasificada.
Funcionarios no identificados dijeron al Times, que la amante de Petraeus era Broadwell, una exmayor del Ejército que, para su libro, pasó largos períodos entrevistando al héroe de la guerra en Irak. Broadwell no ha hecho comentarios al respecto.
El periódico neoyorquino y The Washington Post, citando a un funcionario informado del tema, publicaron el sábado que el conocimiento del caso había sido provocado por varios correos electrónicos de “acoso”, enviados por Broadwell a una segunda mujer sin identificar. La destinataria de esos correos se asustó tanto, según el Post, que recurrió al FBI.
La otra mujer no trabaja para la CIA y su relación con Petraeus no es clara. Pero los correos indican que Broadwell la percibía como una amenaza para su relación con el jefe del espionaje.
Broadwell, una experta contraterrorista, vive en Charlotte, Carolina del Norte, con su esposo Scott Broadwell, un radiólogo local, y sus dos hijos. Es conocida por su trabajo para recaudar fondos para soldados heridos en combate, y tiene 40 años.
El viernes, Barack Obama, aceptó la dimisión, a días de la audiencia de Petraeus en el Congreso, sobre el presunto fallo de la CIA en proteger el consulado de EE. UU. en Libia, donde murieron cuatro estadounidenses.
“Después de estar casado durante más de 37 años, cometí un error grave al involucrarme en una aventura extramatrimonial. Este tipo de comportamiento es inaceptable como esposo y también como líder de una organización como la nuestra”, comunicó Petraeus al personal de la CIA.
Pero no explicó por qué consideró que tenía que renunciar a causa de esta relación, y si su vínculo constituía un problema puramente personal o un asunto de seguridad que podría afectar su trabajo en la CIA.