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 Nacionales Jueves 19 de enero, 2006, San José, Costa Rica.
 

En Puntarenas urge unidad de Cuidados Intensivos para los niños

Necesidades en hospital

Provincia con mayor índice de mortalidad neonatal del país

Christian CAMPOS

Además:

  • A cumplir un sueño
  • Puntarenas.- Esta zona del Pacífico tiene el dudoso honor de poseer el índice de mortalidad infantil más alto del país, en cuanto a recién nacidos se refiere.

    Muy necesarias

    Cada incubadora requerida tiene un costo de $50 mil (¢24,9 millones), y ese equipo sería para cuidados intensivos, intermedios y generales.

    Preocupados por esa realidad, el equipo de Neonatología del hospital Monseñor Sanabria (HMS), desde hace ya varios años, les ha solicitado a las autoridades presupuestarias de la Caja la creación de una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN).

    De esa manera, se reduciría el número de traslados desde Puntarenas hasta el Hospital Nacional de Niños.

    Como lo manifestó el director de esa área, el doctor Reynier Chaves, "muchos esfuerzos del personal se ven limitados por el tiempo y la distancia que se debe recorrer hasta San José, con el agravante de que, en muchos casos, el menor muere de camino".

    El doctor Chaves, el personal de Enfermería y la propia Dirección Médica del HMS están convencidos de que, si contaran con esa unidad, disminuirían los casos de muerte.

    Para ello, se necesita construir un edificio o, como está previsto, ampliar la segunda planta, donde se encuentra Maternidad.

    Chaves dijo que se cuenta con estudios para construir esa unidad encima de la caseta de entrada de las ambulancias de Cruz Roja, ubicada al costado oeste del hospital.

    Además, según agregó, se hace necesario que aumenten las plazas para enfermeras, y que se compren más equipos, sobre todo, incubadoras.

    Foto: 1165438
    El doctor Reynier Chaves, pediatra neonatólogo que trabaja en el hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas.
    Rolando Avilés

    A cumplir un sueño

    Doña Jeannette Obando es una de las personas agradecidas con el famoso préstamo finlandés para la compra de equipos médicos, porque, gracias a él, su hija, nacida de siete meses, ocupó una de las incubadoras que se encuentran en el noveno piso del hospital.

    Esfuerzos que hace el centro médico por equipar esa sección, se ven también apoyados por empresas como Sardimar, que dona a esa área $20 mil por año. Las autoridades del hospital confían en que, en el 2006, se autorice crear una unidad de cuidados intensivos para niños.

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