Ronny Soto, corresponsal GN
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Puntarenas. Su pueblo natal es Carrizal de Puntarenas. Allí creció en casa de sus abuelos y sus padres, Enrique Centeno y Kathia Lara. Tiene 21 años y juega como volante en el Puntarenas FC.

En el partido de ida, ante Herediano, sobresalió.

Él es Mario Centeno Lara, porteño de cepa y a quien en el equipo arenero le llaman con cariño “Paté”, sobrenombre que le pusieron desde que jugaba en las ligas menores del Deportivo Saprissa.

Se autodenomina casero, pues según el joven jugador, de los entrenamientos se va para su casa a descansar, escuchar música y ver televisión. Y cuando sale de su hogar, lo hace con su novia Sugeidy, con quien visita el Paseo de los Turistas en Puntarenas.

“Soy tranquilo, humilde, simpático y con muchas ganas de salir adelante”, dijo ayer.

Obtuvo el sexto grado en la escuela del barrio 20 de Noviembre. Inició la educación secundaria, pero abandonó los estudios cuando fue a jugar en las ligas menores del Saprissa, primero con el infantil y luego el juvenil.

Mario Centeno viajó a la capital y durante cuatro años vivió en San José.

Centeno recalca que como volante le gusta jugar hacia el frente, siempre en busca del marco rival, como se vio ante el “team” florense, el miércoles pasado.

“Soy un jugador que - sin importar el tiempo que participe en el partido -, siempre quiere hacer las cosas bien, esforzarme al máximo para ayudar”.