Edgar Fonseca, director de Al Día
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Doña Laura Chinchilla se enrumba a la recta final de la campaña electoral con una importante ventaja en la intención de voto de los costarricenses.

Pero necesita destreza de ajedrecista, casi clarividencia, en esta etapa de cierre.

Su relación con esa maquinaria que se llama la estructura del Partido Liberación Nacional es muy sensible.

Con el zipizape de la Defensora de los Habitantes se echó un pulso estéril, con el Presidente de la República, la fracción y la ungida.

El pulso tiene sus bemoles.

Señala independencia de su parte.

“Arias no me va a mangonear”, parece decirle a los electores suspicaces.

Esos benditos indecisos de estas horas. Manjar de dioses el día de la verdad.

Pero le puede abrir flancos internos de fricción con gente espueluda como los diputados, leales hasta la última gota a Óscar Arias, caciques en sus territorios, capaces de mover montañas o de no mover un dedo el día “D”.

Y enfrente, Otto al acecho.

Ya veremos.

¿Quién explica? -A última hora del año judicial anulada la sentencia en un caso de violación a una joven revestido de polémica, por “serios y graves vicios en la valoración de prueba y en la motivación del fallo”.

¿Quién le explica a la opinión pública cómo se dictan resoluciones tan graves que se desploman en un santiamén?