Domingo 4 de diciembre de 2011, Costa Rica

De Belén a Costa Rica

La historia del portal

Patricia Recio

arecio@aldia.co.cr

Llegó hace casi 500 años para dar vida a las tradiciones que acompañan la celebración del nacimiento de Jesús.

Pesebre, portal, nacimiento o pasito, son los nombres para el elemento más significativo de esta época son tan variados como su misma composición.

Según contó el historiador católico Carlos Oreamuno, la tradición del pasito llegó a nuestro país por ahí de 1570, apenas unas cuantas décadas después del descubrimiento de América y fue traído por los padres franciscanos.

La cada vez más fuerte influencia de los españoles en América hizo que la devoción por aquellas figuritas de barro que representaban a la Sagrada Familia se propagara.

En nuestro país los primeros portalitos se colocaron en Nicoya, Isla Chira y Esparza.

Según Oreamuno con el tiempo la costumbre fue llevada por la Iglesia Católica a distintas comunidades del país, hasta que llegó a establecerse como una tradición.

En las épocas de nuestros abuelos se acostumbraba poner el pasito después del 8 de diciembre, día de la fiesta de la Purísima Concepción.

Oreamuno explicó que existen varios tipos de pasitos bíblicos los cuales narran la historia del nacimiento, los populares que vemos en las casas llenos de musgo, aserrín y figuritas. Los modernos que son hechos de distintos materiales como desechos, vidrio, sal, vivientes (como las posadas) y los regionales que son “tropicalizados” de acuerdo a la región (como los que hacen en México con charros incluidos).

En nuestro país también es común agregarle figuritas propias como gallinas o patitos.

Una de las reglas sobre el pasito es que este nunca se debe comprar, si no que tiene que ser regalado.

Reyes famosos

Rey negro

Los Reyes Magos de la tradición hispana tienen un integrante de raza negra, uno blanco y uno asiático. Simboliza la expansión del cristianismo por la tierra.

Los regalos

El oro es el metal perfecto y se regala a un rey. El incienso, simboliza plegarias que se elevan al cielo, la mirra es emblema de muerte y sacrificio.

No eran reyes

Se cree que los magos no eran en realidad reyes, sino los enviados diplomáticos o consejeros con dones especiales, de unos reyes.