Internacionales
Domingo 6 de noviembre de 2011, Costa Rica

Pérez, chineado del electorado guatemalteco

General de “mano dura" es favorito

Guatemala/EFE.- El general retirado Otto Pérez Molina, el más votado en las elecciones generales del 11 de septiembre, se perfila como vencedor de la segunda vuelta de los comicios presidenciales en Guatemala, según las encuestas.

El candidato del derechista Partido Patriota (PP), con una propuesta de “mano dura” para combatir la delincuencia, aventaja por 17 puntos a su opositor, el empresario y abogado Manuel Baldizón, del partido Libertad Democrática Renovada (Líder).

De religión católica, este general retirado del Ejército guatemalteco, cuenta con una Maestría en Política y Relaciones Internacionales y miembro del grupo de elite Kaibil del Ejército así como oficial de Inteligencia, fue el más votado de los diez candidatos en los comicios generales de septiembre con el 36,09 por ciento.

Sin embargo, los casi 1,5 millones de votos que obtuvo no fueron suficientes para lograr la Presidencia en la primera vuelta, porque no alcanzó el 50 por ciento más uno de los votos válidos que exige la legislación electoral.

Pérez Molina, que busca por segunda vez la primera magistratura del país, se enfrentará a Baldizón, quien quedó en el segundo lugar con el 22,68% de los votos.

Nacido el 1° de diciembre de 1950 en ciudad de Guatemala, inició su carrera militar en 1966 como caballero cadete en la Escuela Politécnica, en la que se graduó con honores y estuvo 30 años al servicio de la Fuerza Armada.

Casado desde 1971 con la maestra Rosa María Leal y padre de dos hijos (Otto y Lisseth), Pérez Molina fue diputado del PP entre 2004-2008.

Jefe del ya desaparecido Estado Mayor Presidencial (EMP) durante el gobierno de Ramiro de León Carpio (1993-1996), negoció y firmó en representación del Ejército los acuerdos de paz con la guerrilla izquierdista que el 29 de diciembre de 1996 pusieron fin a la sangrienta guerra de 36 años (1960-1996) que padeció el país.

Oficial de operaciones, paracaidista y “kaibil” entrenado para la guerra, Pérez Molina fue asignado en unas de las regiones más conflictivas, la de Ixil donde hubo masacre de indígenas.