Internacionales
Martes 6 de marzo de 2012, Costa Rica

Tienen casi dos años de vivir así

Reforma migratoria los tiene separados

Tijuana/AP.- Agustín Portillo revisa el aceite en el auto de su esposa, pone el equipaje de ella en el maletero y la lleva desde su diminuto apartamento en Tijuana hasta la frontera con Estados Unidos. No es un viaje largo, pero Ana Portillo no se anima a movilizarse sola por las calles de esta violenta ciudad.

La pareja espera pacientemente en la cola de seguridad, agarrados de las manos y besándose castamente. Una balada romántica se escucha en la radio en el auto y Agustín le canta en voz baja a su amor. Ana hace de cuenta que no nota que a Agustín se le salen las lágrimas.

Cuando están cerca del punto de cruce en la frontera, él la besa y se baja del coche. Ahí termina su viaje. Luego de 20 años de vivir con Ana en Los Angeles, Agustín está varado en el lado mexicano de la frontera.

Muchos piensan que un inmigrante que llegó a Estados Unidos ilegalmente y está casado con una ciudadana de ese país tiene derecho automáticamente a un permiso de residencia permanente. Pero Ana, una salvadoreña naturalizada estadounidense, y Agustín, un mexicano que vivió ilegal allí por décadas, saben que no es así. Ellos pueden vivir juntos en uno de los países o vivir como ahora, separados.

La ley federal prohibe que inmigrantes ilegales vivan como cónyuges de ciudadanos estadounidenses ha sido criticada por el presidente Barack Obama, quien le ordenó al Departamento de Estado que permita a familias seguir juntas.