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El cardenal alemán Joseph Ratzinger (derecha) ajustaba su solideo después de congratular al Papa Juan Pablo II en su cumpleaños 83, durante una ceremonia para proclamar cuatro nuevos santos, el pasado 18 de mayo en la Plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano. Ratzinger causó controversia con sus comentarios sobre la salud del Papa.
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Controversia por salud del Papa
Ciudad del Vaticano/ AP. La controversia sobre la salud del Papa Juan Pablo II se agudizó ayer, luego de que el cardenal alemán Joseph Ratzinger, uno de los más estrechos colaboradores del Sumo Pontífice, asegurara que el Santo Padre “está mal”.
La declaración de Ratzinger será publicada hoy por el semanario Bunte. Pero un asesor del cardenal se apresuró a decir ayer que no hay alarma por la salud del Santo Padre.
El Papa, de origen polaco, tiene 83 años y sufre del mal de Parkinson. Su papado comenzó en 1978.
El Vaticano confirmó ayer que el Papa celebrará hoy la tradicional audiencia general y que canonizará el domingo a tres nuevos santos.
El domingo anterior, el Pontífice tuvo dificultades para hablar y debió respirar profundo varias veces, cuando anunció una lista de 30 cardenales nuevos.
“Está mal”, advirtió Ratzinger. “Debemos rezar por el Papa”, agregó.
La publicación dijo que su corresponsal habló con Ratzinger en el Vaticano el 22 de septiembre.
Los comentarios de Ratzinger causaron temores de que la frágil salud del Pontífice se hubiese deteriorado más allá de lo que se había anunciado hasta ahora.
Por ejemplo, el Vaticano anunció que el Papa sufrió el 23 de septiembre un malestar intestinal que lo obligó a cancelar un día más tarde su audiencia semanal.
Sin embargo, un asesor del cardenal, el reverendo Georg Gaenswein, dijo anoche a The Associated Press por teléfono que las declaraciones de Ratzinger reflejan preocupación por la debilidad del Papa, pero no que su salud se haya deteriorado en días recientes.
Gaenswein adujo que los señalamientos de Ratzinger fueron formulados en respuesta al pedido de un grupo de cerveceros alemanes, que pidieron tener una audiencia con el Pontífice mientras se hallaban en Roma.
Destacó que es muy importante para el Papa reservar fuerzas ante el ajetreado cronograma de octubre, que incluye la celebración del vigésimoquinto aniversario de su elevación al trono de San Pedro.
Bunte publicó que el cardenal formuló declaraciones al semanario, pero Gaenswein negó que Ratzinger le concediera una entrevista formal.
Preguntado si el Papa está asumiendo demasiadas responsabilidades dado su precario estado de salud, Ratzinger declaró a Bunte que “ese es muy probablemente el caso”. Pero, al ser consultado si es posible disuadir al Pontífice de que se tome las cosas con calma, añadió que “eso le corresponde a otras personas”.
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