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Foto ilustrativa/Al Día
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Tribuna libre
Don Ricardo siempre José María Penabad
LA HABANA.- La imperecedera memoria de los costarricenses, entre otros inmortales, puntualiza a don Ricardo Jiménez y a don Ricardo Saprissa, personalidades de hondo contenido en los dos más apasionantes "deportes" nacionales: la política y el fútbol.
Para el más devoto ricardista sobre la tierra, don Enrique Weisleder, toda conversación en materia balompédica, que muchas hemos tenido, comienza y termina en el hombre - ejemplo, don Ricardo Saprissa.
Le "robamos" a don Enrique el espíritu de su admiración porque acabamos de recibir --- gestión del entrañable Isidoro Castillo Rábade --- un libro de 225 páginas, autor Lázaro Candal, donde, al mencionar a Costa Rica, se erige al desaparecido Ing. Saprissa como punto de encuentro de nuestro deporte favorito.
"El fútbol es risa … y poesía", título de la apretada obra, que recoge anécdotas, opiniones, vivencias y… encanto poético, con un prólogo de Alfredo Di Stéfano, el más grande jugador - artista de todos los tiempos.
Lázaro Candal, compañero de la aventura americana, arribó a Costa Rica en Abril de 1956. Cronista de "Diario Nacional", único periódico de los lunes, entonces, funcionario de Abonos Agro e INS e integrante de la Gimnástica Española y La Libertad, primera división. Tiempos de Gallego Armijo, Herbert Ulloa, Julio Jirón, Toño Filloy, Goyo Morales, Manolo Amador…recuerdos que saltan de pronto.
Tres años más tarde (1959), embebido de la Costa Rica bucólica, Candal saltó a Venezuela para asistir a la cita soberana del altar. Creó una familia de hijos venezolanos. Y labró (Caminante no hay camino, se hace camino al andar…) un prestigio sólido en la TV. Se transformó en figura de relieve en las transmisiones televisivas mundiales.
Y como vale más caer en gracia que ser gracioso, Lázaro Candal, con un dicho, con una expresión espontánea, cautivó a Venezuela: "¿Qué hiciste papaíto?", fue su frase feliz, al comentar un lance futbolístico. El eco del afortunado momento se repitió y extendió. Los venezolanos se sienten motivados, en fútbol, por "Papaíto Candal". La publicidad tomó el "Papaíto" como lema de propaganda y actitud.
"Lázaro Candal ha marcado una época en la narración futbolística iberoamericana", escribe Di Stéfano. Y agrega: "En su obra nos ofrece un amplio y rico anecdotario a través del cual se manifiestan los legendarios astros del balón que han alcanzado categoría de mitos, en dimensiones humanas unas veces, jocosas otras e hilarantes algunas".
Poesía y comentarios futbolísticos de Rafael Alberti, Miguel Hernández, Gabriel Hanot, Armando Nogueira, Camilo José Cela, Jean Giraudoux, André Maurois, Dante Panzeri…. refuerzan al escogido elenco de "El fútbol es risa… y poesía".
Y esta perla de José María Pemán, que pareciera destinada, firme en mármol, para la Selección costarricense: Dime Poeta:/ Si el mundo es como un balón / redondo por la ilusión / de llegar pronto a su meta: / ¡ Vale la pena jugar ! / Silencio del altamar, / luna llena …/ mar serena… / viejo amigo / en secreto te lo digo, / ¡ que lo que vale la pena / es ganar !.
La bandera de Costa Rica, junto a otras enseñas mundiales, adorna portada y contraportada del libro de Lázaro Papaito Candal.
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