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Tribuna libre
Día de las madres Gloria Bejarano
La vi mirando al rostro de su madre. Sus ojos parecían querer fijar, para siempre en su corazón, la imagen de ella, viéndola con ternura infinita mientras le ofrecía el alimento de su pecho.
Gloria intentaba susurrar una melodía cuando se encontró con los ojos de la bebé y no tuvo más que decir. Las palabras quedaron ahogadas en su garganta. La mirada de la niña era penetrante, y no permitía que hubiera distracción. Parecía querer capturar la atención de su mamá y decirle todo lo que la necesitaba. lo que le agradecía sus noches de paciencia, su dedicación, su amor incondicional y su ternura.
Después de un instante, los ojos de la niña cobraron un nuevo brillo, sabía que su mamá había leído en sus ojos su mensaje, pues con la miraba, ella, a su vez le hacía saber que a su lado nada le pasaría, que durmiera tranquila pues ella velaría su sueño.
Presenciar este diálogo intenso e íntimo, es uno de los momentos más hermosos que cualquiera pueda vivir, pues no cabe duda que es la expresión más pura del amor y sobre la cual el niño construye su seguridad y la madre su realización plena.
Solo una madre sabe leer en los ojos de un hijo; solo ella puede llegar a conocer su alma y guardar para sí los secretos que encierra, perdonarlo y amarlo sin límite, y darle como nadie la seguridad de que siempre en su regazo encontrará consuelo y aceptación.
Por eso, cuando ella falta, un sentimiento de orfandad se apodera de uno, no importa la edad, nada vuelve a ser igual tras su partida.
Acompañarla de compras, besar su mejilla, recibir su bendición o sonreír con ella, parecen cosas de todos los días, que carecen de transcendencia al punto que nos hemos convencido que hay que designar un día para hacer algo especial y celebrar con regalos su presencia.
Mas cuando ella ha partido, debemos conformamos con el recuerdo de esos momentos triviales que en última instancia son lo que llamamos vida.
Aprender a vivir, aprender a celebrar la vida con quienes amamos, es algo que debemos hacer diariamente y no pensar que para festejarlos se tenga que designar un solo día al año.
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