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Archivo/Al Día
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Aguinaldo cumple 50 años
Ilusiones reviven
Muchos ticos pagarán deudas Sylvia ALVARADO MARENCO salvarado@aldia.co.cr Colaboraron los corresponsales Rolando AVILÉS, Christian CAMPOS y Róger AMORETTY
Gracias a una ley aprobada hace medio siglo, 171 mil empleados y pensionados del sector público recibieron ayer su aguinaldo, por un monto total de ¢45.850 millones. Hoy, la Tesorería Nacional girará ¢1.500 millones más para funcionarios de otras instituciones estatales.
Sin importar el puesto que ocupen, muchos de ellos lo invertirán en pagar deudas, arreglar la casa y comprar regalos para sus familiares. 50 años
El aguinaldo a los empleados públicos se otorgó por primera vez en 1954, durante el primer mandato constitucional del presidente José Figueres Ferrer. Sin embargo, la iniciativa fue propuesta en la administración anterior, de Otilio Ulate.
Entonces había mucho menos instituciones públicas que en la actualidad.
Cinco años después, en 1959, gracias a una iniciativa del entonces diputado, y luego presidente, Luis Alberto Monge, se aprobó la ley para que los empleados del sector privado también pudieran gozar del beneficio del treceavo mes.
Humberto Morales, asesor del Directorio Legislativo, y Álvaro Antillón, asesor del ministro de Relaciones Exteriores, son dos de los costarricenses que recibieron su primer aguinaldo en 1954, en un giro con huequitos que cargaba un pagador en una valija y entregaba “contra cédula” y que solo podía hacerse efectivo en el Banco Central.
Morales recuerda que en aquel año recibió ¢400 de aguinaldo. Con el que reciba hoy, pagará “algunas cosillas” y ahorrará el resto. Gran ilusiónEl primer aguinaldo de Antillón rondó los ¢1.200 que “eran un platal”. Ahora, dice entre sonrisas, “el aguinaldo no se invierte porque ya está destinado a los diferentes pagos que hay que hacer y en regalos y actividades para la familia”.
Humberto Arce, diputado del Bloque Patriótico Parlamentario, también encuentra la mayor satisfacción en hacerle un cariñito a sus seres queridos. Él destinará “un buen poco” para “apagar incendios”, como pagar deudas e impuestos y comprar un nuevo motor para el Isuzu Trooper, modelo 88, que conduce y que se le fundió recientemente. Sin embargo, lo que más lo llena de ilusión es invertir buena parte en regalos para sus hijos y sus tres “nietitas”, entre ellas, Sofía, de 13 meses, a quien conoció ayer cuando arribó el avión proveniente de Brasil, donde vive.
Damaris Marín, periodista de la CCSS, está ilusionada porque este año, además de cancelar deudas e invertir en unos arreglos para su casa, hará algo que nunca ha hecho. “Me voy a ir de 'shopping' por las tiendas de Heredia. Voy a comprarme ropa, zapatos, perfumes y otras cositas que necesito y hasta ahora podré comprar”.
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Expresidente Luis Alberto Monge “A mi el aguinaldo no me alcanza para pagar deudas, se me va en tanto nieto. Me gusta celebrar y hacerle regalos a la familia, mis hijos, los 14 nietos y 4 bisnietos”. Archivo/Al Día
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El papá del aguinaldo
Todavía en la actualidad el expresidente Luis Alberto Monge recibe agradecimientos y felicitaciones de costarricenses que lo recuerdan como “el papá del aguinaldo”.
Esto porque, siendo diputado, en 1959, presentó la ley para que los empleados del sector privado también tuvieran su pago extra en diciembre.
Monge asegura que fue el deseo de que no hubiera un hogar costarricense donde los padres no pudieran comprar algo para darles a sus chiquitos en Navidad, lo que lo movió a presentar la iniciativa.
“El dolor de los padres que no podían darle a sus hijos un regalito, más la pregunta nunca contestada de los niños que veían que otros tenían regalos y ellos no, estuvo en mi mente a lo largo de mi vida hasta que pude lograr la aprobación de la ley”.
“Por incomprensión y no mala fe muchas cámaras y hasta un periódico se opusieron al proyecto, pero poco tiempo después se dieron cuenta de que era beneficioso para el comercio y la economía del país y no solo para la empresa privada”.
“Se dio un paso y se creó una institución, pero me duele que aún haya gente que no esté cubierta por este beneficio. Tengo el convencimiento de que la brecha social se ha ampliado en el país y temo que los hijos de desempleados y de quienes habitan en barrios pobres aún sigan sin recibir su regalito”.
Voces y planes
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Guillermo Hío Puntarenas, profesor. “Voy a pagar los estudios universitarios e invertirlo principalmente en mi familia”. Christian CAMPOS/Al Día
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Luis Cascante Limón, guarda. “Tengo que pagar varias cosas, porque estoy hasta la coronilla de cuentas y comprar pintura para la casa” Róger AMORETTY/Al Día
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José Manuel Pereira Profesor de Artes Industriales, Guadalupe “Pienso invertirlo en los detalles que me faltan, porque acabo de construir mi casa. En la calle hay mucho para comprar, pero si uno sale lo gasta”. Abelardo FONSECA/Al Día
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Yahaira Ocampo Esparza, profesora “Lo dedicaré a mi familia y me servirá como apoyo en la carrera universitaria”. Christian CAMPOS/Al Día
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Xenia Brenes San José, profesora pensionada. “Lo voy a invertir comprando unos muebles para la casa, ropa para los muchachos y el resto lo ahorro porque a mí me gusta mucho viajar. Por dicha, no lo tengo comprometido”. Abelardo FONSECA/Al Día
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