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En atención
El psicólogo Javier Rojas afirmó que las personas que fingen padecer dolores son, en su mayoría, mujeres mayores de 30 años.
Abelardo FONSECA/Al Día
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Alarma por pacientes que fingen dolores
Representan 15% de los que asisten a centros médicos Alejandra MADRIGAL ÁVILA
alemadrigal@aldia.co.cr
En los dos últimos años, las autoridades médicas han reportado un incremento en la cantidad de personas que dicen padecer de fuertes dolores físicos, pero que en realidad son padecimientos fingidos.
Se sabe que el 15 por ciento de las personas que asisten a emergencias, clínicas o Ebais, llegan afirmando tener graves dolores, que necesitan urgentemente atención médica o medicinas, pero al final se llega a comprobar que sus problemas son emocionales.
De acuerdo con el psicólogo conductual, Javier Rojas, de la Clínica del Control del Dolor del Hospital Calderón Guardia, estos pacientes “salen muy caros al sistema de salud, porque reciben atención de varias partes. Además de una gran cantidad de medicamentos”.
El especialista dijo que no se han hecho estudios para cuantificar el gasto en que incurre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pero afirmó que en la Clínica del Control del Dolor, atienden en un promedio diario de ocho personas.
Rojas explicó que esos casos son llevados allí, porque en la Clínica del Control del Dolor, se atienden las enfermedades dolorosas crónicas, es decir, personas que viven con dolor por problemas de columna, por gastritis y como esas existen otras 500 enfermedades dolorosas que no son cáncer.
Ésta es una enfermedad que los especialistas denominan: somatización.
También se le llama el síndrome del bastón, porque son personas que usan bastones, andaderas, muletas, sillas de ruedas o dispositivos que ellos creen que requieren sin recomendación médica, porque se sienten mal.
Según Rojas, estos pacientes manifiestan estos dolores, a fin de obtener beneficiosos sociales, económicos, el afecto de la pareja.
Se han reportado casos de personas que quieren pensionarse y afirman tener dolores muy fuertes que les impiden trabajar. Afectadas las mujeresLa forma en como se descubre que una persona tiene está enfermedad es cuando luego de un proceso de atención con medicamentos el dolor persiste.
“Una vez que se estudian los casos y vemos que el dolor no desaparece, uno encuentra detrás de estos casos historias de depresión, abusos sexual, abandono del padre durante la infancia o del marido durante el matrimonio”, explicó el psicólogo.
Es por esto que en el 70 por ciento de los casos que se atiende se trata de mujeres entre los 30 a 45 años.
Ellas, al contrario de los hombres, asimilan más su proceso de recuperación y están más dispuestas a aceptar su padecimiento.
Rojas explicó que la única forma de controlar esos supuestos dolores, es aceptar que es una paciente con somatización.
Los síntomas más frecuentes que dicen padecer hombres y mujeres son la migraña, dolor de cabeza, mareos, convulsiones.
A nivel gastrointestinal, la colitis, dolor de estómago, van al baño cada rato y en las extremidades están los calambres, el dolor de piernas y la hinchazón.
El especialista advirtió que las personas pueden llegar a desarrollar padecimiento más fuertes, como perder la vista o convulsionar.
Otro de los problemas que acarrea, es que estos hombres y mujeres se hacen adictos a algunos medicamentos, dada la vulnerabilidad que experimentan.
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