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Voz del Defensor
Respetemos a los niños José Manuel Echandi
De cada 10 niños, 7 son golpeados por los adultos como método de corrección. Las formas e instrumentos utilizados para hacer efectivo el castigo son los pellizcos, los halones de pelo, las patadas, la faja o el mecate.
Ante estas inadecuadas prácticas sociales, la Defensoría de los Habitantes ha hecho un llamado de atención a la población adulta para que elimine la agresión física en contra de los niños y los adolescentes, pues genera efectos irreversibles, tales como daños en la autoestima, e interfiere en los procesos de aprendizaje.
Además, ese tipo de castigos impide la comunicación entre padres e hijos, engendra más violencia, hace sentir soledad, tristeza y abandono, y puede desembocar en daños físicos adicionales.
A lo anterior se suma el hecho de que los padres pueden sentir ansiedad y culpa, junto con la necesidad de justificar esos castigos ante sí mismos y ante la sociedad.
Corregir, en vez de castigar, ayuda a los hijos a formarse como individuos capaces de atenderse a sí mismos, lograr lo que se proponen, y sentirse seguros de lo que hacen, piensan y dicen.
Para ello hay que establecer reglas y límites que permitan la conducta autodirigida y la convivencia. Lo que se debe limitar es la conducta, no los sentimientos. Los límites se deben poner sin humillación, y sin golpes ni enojo.
Otras cifras confirman la situación de violencia en contra de los niños: 23 mil casos anuales de abuso físico, psicológico y sexual reportados ante el Patronato Nacional de la Infancia; 83.838 situaciones de violencia entre estudiantes; 4.319 casos de agresión, o situaciones de violencia, entre estudiantes y docentes, de los cuales 230 casos corresponden a violencia física; 11 procedimientos formales abiertos por la Defensoría, por acción u omisión de la Administración, respecto al castigo corporal.
Este panorama motivó a la Defensoría de los Habitantes a presentar un proyecto de ley para la abolición del castigo físico contra los niños y los adolescentes, a fin de contribuir a la disminución de los índices de agresión física contra esta población.
Para tal efecto, se abrió una invitación electrónica (www.dhr.go.cr/nopeguemos) para que los habitantes apoyen la iniciativa y se adhieran a esta campaña.
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