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Consulta psicológica
Sexualidad y lazo conyugal
Yolanda Hurtado
yolandah352@hotmail.com
" Desde hace algunos años mi esposo no puede tener relaciones sexuales satisfactorias por motivos de salud. Yo he comprendido su situación, pero tengo mis propias necesidades afectivas y sexuales y me siento mal de no verlas satisfechas. Además, no hablo de esto por miedo a ser juzgada. ¿Qué puedo hacer?".
R/ Es bueno que haya podido verbalizar sus necesidades. Usted define muy bien lo que ha sido: comprensiva como esposa, pero eso no significa que sus necesidades deben acallarse plenamente para entonces ser "buena" esposa.
Como mujer, usted tiene necesidades específicas y legítimas dentro de su vida conyugal. Creo que deberían consultar con un médico la situación de su esposo. Aún enfermas, muchas personas logran superar su inapetencia sexual o su problema de eyaculación. Hay opciones médicas al respecto que dan excelentes resultados. Sea honesta con él, sentirse sola, insatisfecha, necesitada de un abrazo, de un beso, de una caricia no es delito. Cuando se ama el amor quiere ser total, y eso incluye el vínculo sexual. Usted necesita el amor físico de su esposo. Es lindo que una esposa extrañe así a su pareja. Pero si hay conflictos de salud también deben abordarse abiertamente. El sexo debe salir del tabú donde, sin palabra, ha vivido por años.
"Estoy casado, y en la familia de mi esposa hay personas muy negativas que siempre viven criticándose entre sí. A veces eso afecta anuestro diálogo porque a ella le duele que yo le diga lo que pienso sobre ellos".
R/ En la vida coexisten pulsión de vida y pulsión de muerte. Las personas que cultivan más la pulsión de muerte suelen alimentarse desde la crítica, el chisme y la envidia. Quizás sea esta la conducta de algunos familiares de su esposa. Le invito a que, para no romper el diálogo entre ustedes, revise cuán asertivo es usted al decirle su apreciación. Aquello que percibimos o apreciamos en otros, es nuestra verdad, no por ello es la verdad. Comprenda que ellos son la familia de ella y no tiene otra. Lo vital es mantener los vínculos sin dejarnos enfermar por dichas críticas y sobre todo no volvernos como ellos son.
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