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Fuertes denuncias
La Fiscalía de Delitos Sexuales de Puntarenas investiga dos importantes denuncias por supuestos abusos deshonestos. La Fuerza Pública de Esparza acudió al llamado de auxilio en uno de los casos.
Rolando AVILÉS/Al Día
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Graves denuncias por abuso
Delitos sexuales en Esparza Christian CAMPOS y
Ronny SOTO, corresponsales
redaccion@aldia.co.cr
Rolando AVILÉS, corresponsal
Puntarenas.-La Fiscalía de Delitos Sexuales investiga dos denuncias planteadas por dos madres, que reclaman abusos deshonestos en contra de varios de sus hijos.
Ambos hechos ocurrieron en Esparza y contra menores de edad.
En el primer caso, las referencias de la denuncia involucran a un sujeto de 49 años que vive en la comunidad de “La cima del cielo”.
A él se le acusa de abusar supuestamente de cuatro niñas con edades de 6, 7, 8 y 10 años.
El sábado anterior, las niñas estaban con su papá en la casa del sospechoso.
Allí las conoció. El domingo, según la investigación, sabiendo que el padre de las menores no iba a estar en su casa, pasó a recogerlas.
A eso de las 9:30 a.m. llegó en su carro y le dijo a la madre de las niñas que venía a recogerlas para que almorzaran en su casa y pasar nuevamente el día con él y con el padre de las menores.
Una de las madres, identificada como Xinia, relató a Al Día que “yo confié en él y se las mandé. Iban en el carro tres de mis hijas y una vecinita”.
Según el propio testimonio de una de las niñas, el hombre les preguntó si querían comer. Ellas le contestaron que sí y él empezó a hacer la comida. Las niñas preguntaron dónde estaba su padre y les dijo que más tarde llegaría, que había salido a hacer un mandado. Películas ...“Cuando terminamos de comer; él nos puso unas películas donde las personas salen ... Entonces él se bajó el pantalón ...”
Según la Fiscalía, el sujeto de 49 años les explicó a las menores que si decían algo a alguien, las buscaría para pegarles.
Parte de la estrategia que este hombre supuestamente usó para ganarse la confianza de las niñas, fue que les había permitido agarrar lo que quisieran de la casa.
El sospechoso les dio a las menores unos vasos con una bebida gaseosa que contenía licor y que al menos dos de las niñas consumieron, al punto de causarle dolores de cabeza.
Al regresar a la casa de las menores, el sujeto le dio ¢100.
Fue hasta tres días después que las menores contaron lo sucedido a sus familiares, pues tenían miedo de que las regañaran.
Xinia señaló que “yo ese día, que me di cuenta, lloraba y lloraba. Me sentía despedazada, desesperada. A mi esposo le hemos dicho que mejor sea la policía quien lo agarre y no él; porque después puede ser peor”.
El martes, las menores fueron trasladadas a la Medicatura Forense para que les efectuaran los exámenes pertinentes.
El otro caso se presentó en Mojón de Esparza y fue descubierto cuando policías de la Fuerza Pública recibieron una llamada de alerta, que en primera instancia se creía que era por violencia doméstica.
Al llegar al lugar, los oficiales constataron que se trataba de un caso de abuso sexual contra otra menor, de 11 años y nicaragüense.
El sospechoso, quien es su padrastro, de apellido Gutiérrez, fue trasladado a la Fiscalía de Delitos Sexuales de Puntarenas.
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