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De vuelta
Más de 40 nicaragüenses detenidos el sábado en Boca Arenal, San Carlos, fueron devueltos por las autoridades a su tierrra natal. Por la llegada de las “cogidas” de café en Naranjo, la inmigración aumentó.
Luis Ángel FLORES/Al DíaAl Día
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Aumenta inmigración
177 detenidos entre jueves y sábado Luis Ángel FLORES, corresponsal
Los Chiles.- Las autoridades de migración y de la Fuerza Pública detuvieron entre el jueves y viernes a cerca de 135 nicaragüenses en distintos puntos de la línea fronteriza y el sábado, en la madrugada, detuvieron un camión con otros 42 indocumentados.
Fuentes oficiales indicaron que el aumento del ingreso de indocumentados se debe a la proximidad de la recolección de café en Naranjo.
Para el oficial de migración de Los Chiles, Dimas Beteta, el trabajo de los funcionarios de migración en octubre y noviembre se saturará debido a que muchas familias tratarán de cruzar la frontera en busca de mejorar sus condiciones de vida.
“Por lo general, las familias buscan refugio en nuestro país, sobre todo en las zonas cafetaleras, principalmente, Naranjo. A estas personas las regresamos a su país, en lancha alquilada, hasta San Carlos de Nicaragua, sin que paguen su pasaje”, dijo el funcionario.
Beteta agregó que la oficina de Migración no cuenta con transporte fluvial ni terrestre, por lo que se ven obligados a pagar el alquiler de vehículos para trasladar a los detenidos.
Sergio Rugama, nicaragüense, jefe de una familia de siete hijos, todos menores de edad, trató de cruzar la frontera, pero le fue difícil. Su alegría se convirtió en llanto al saber que tenía que regresar a su tierra natal, donde la situación económica de su familia es de extrema pobreza.
“Para mí es muy difícil enviar a mis hijos a la escuela en Nicaragua. Ellos durante muchos años, ni siquiera han sabido qué es estrenar un regalo en Navidad. Pero el año pasado me fue muy bien en Costa Rica, porque conseguí trabajo en Naranjo, pude comprar cosas a mis niños y llevar dinero a mis padres”, comentó Rugama.
María Castellón, madre soltera de siete hijos, fue otra de las nicaragüenses detenidas. Ella intentó cruzar la frontera en busca de un trabajo que mejorara las condiciones de vida para su familia.
“Quise llegar hasta Naranjo. Un vecino en Nicaragua me indicó que en Costa Rica los sueldos eran bien pagados. Pero eso no será ya, ahora tendré que regresar a mi tierra, donde sufriré con mi familia”, dijo llorando la señora.
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