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Esperanzados Ayer, en la sede de la Asamblea del Valle del Cauca se reunieron los familiares de los 11 diputados secuestrados por las Fuerzas Revolucionarias de Colombia para conmemorar dos años y medio de su secuestro. Esta misa se dio en medio del anuncio de que Estados Unidos enviará más tropas militares al país. EFE/Al Día
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Más tropas de EE. UU. a Colombia
Aumenta fondos para lucha contra guerrilla y “paras”
Washington/AP. El Congreso incrementó al doble el personal militar y en un 50 por ciento el civil que Estados Unidos ha emplazado en Colombia para la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico. Autorizó además operaciones militares en busca de estadounidenses secuestrados en ese país.
Tanto el personal militar como civil tenían una presencia de 400 individuos cada uno, y su emplazamiento es parte del Plan Colombia que Washington ha estado financiando en los últimos cuatro años con más de $3 mil millones.
En el pasado, el personal militar solo estuvo autorizado para acciones bélicas en caso de defensa propia y podía desplazarse junto con militares colombianos en busca de los secuestrados, pero sin entrar en combate.
Tres estadounidenses civiles que trabajaban para el Pentágono están secuestrados desde febrero del 2003.
En los años fiscales 2005 y 2006, el número de militares será de 800 y de civiles 600. Hasta ahora había un tope de 400 militares y un igual número de civiles, mayormente contratistas de defensa.
En una sesión inusual realizada el sábado debido al apremio del receso por las elecciones presidenciales, los legisladores pidieron también al Departamento de Estado un informe en el plazo de 60 días que detalle cualquier relación entre los grupos armados colombianos y gobiernos o grupos extranjeros. Duro ataqueAl mismo tiempo, el Gobierno de Estados Unidos, por medio de su embajador en Bogotá, William Wood, endureció su posición contra los paramilitares, a los que descalificó como actores políticos del conflicto colombiano y llamó “ladrones”, “narcotraficantes” y “asesinos”.
En la más dura referencia que hasta el momento ha tenido contra los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) -con los que el gobierno de Álvaro Uribe lleva a cabo un polémico pro ceso de paz-, el diplomático estadounidense enfatizó que el respaldo de su país a estas negociaciones no es gratuito.
“Ese respaldo depende completamente de que los paramilitares cumplan con sus obligaciones de poner fin a la violencia, la intimidación y el narcotráfico y a que acepten la justicia, incluyendo el encarcelamiento de culpables de delitos de lesa humanidad y la extradición de quienes quebraron nuestras leyes”, dijo a la revista Semana.
Al calificarlos de “criminales”, “narcotraficantes” y “asesinos”, que tienen razón en desconfiar unos de los otros pues no hay honor entre ladrones, el diplomático dijo que solo se justifica el diálogo con ellos porque “son un grupo muy grande y organizado”.
“Realmente los temores de los paramilitares de que el gobierno no vaya a cumplir no me interesan. (...) Ellos tienen que cumplir con todo primero y se puede hablar de paz después”, añadió Wood, para quien más que una negociación de paz, el proceso que se lleva a cabo con estos grupos es una “rendición”.
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