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Gran barra
“Venimos a ver a nuestro hijo, soñamos con que anote un gol el miércoles”, asegura don don Eustace, padre de Steven, quien también recibió el apoyo de su madre, doña Mildred.
Carlos GONZÁLEZ, Grupo Nación/Al Día
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La sangre de Bryce
Padres del jugador, quienes viven en Toronto, lo visitaron ayer en Vancouver Esteban CUVARDIC Enviado
ecuvardic@aldia.co.cr
Vancouver (Canadá)-. Steven Bryce no solo estará arropado por sus compañeros y aficionados en el partido de mañana. El volante de la Tricolor también tendrá el apoyo de sus padres, don Eustace y doña Mildred, quienes viven en Toronto y cruzaron todo Canada, vía aérea, para verlo.
Don Eustace trabaja en una fábrica de Toronto, pero afirma que está cerca del retiro.
Añade que su hijo tuvo un periodo de lesiones la campaña anterior, por lo que no pudo estar en su mejor nivel.
“Pero este año se ha recuperado, ha tomado su ritmo tanto en la Liga como en la Tricolor”.
Don Eustace considera que “Steven es un hijo excelente, es una persona sincera, que siempre trata de ayudar a los demás. Él nos ha visitado varias veces a Canadá. La última fue hace año y medio. No puede más a menudo, pues tiene que jugar muchos partidos”. ValiosoSteven vivió en Canadá, junto a sus padres, en 1991 y 1992. Estuvo en la “high school” y participó en un torneo internacional en Italia. Durante dos temporadas fue considerado el jugador más valioso en las divisiones de 15-16 años.
“Estuvo a punto de ser seleccionado por Canadá, pero su ilusión era jugar con Costa Rica y con el Saprissa”, recuerda don Eustace.
Las dos cosas se le dieron a Steven, quien en Costa Rica vivió en casa de su tía Marjorie.
Mucho antes de eso, cuando era niño, Steven comenzó a demostrar su pasión por el futbol.
La mamá de Steven, doña Mildred, asegura que su hijo “siempre estaba jugando con el balón mientras comía. En las noches golpeaba la pelota contra la pared, y entonces los vecinos se enojaban, cuando vivía con nosotros en el apartamento de Toronto”. Quien no se enojaba era su padre, don Eustace, un antiguo campeón de atletismo de Costa Rica en los 100 y los 200 metros planos. “A mi hijo también le gustaba correr. Pero un día, cuando perdió una carrera, decidió que mejor se dedicaba al fútbol”.
La decisión fue la correcta, aunque don Eustace su padre no olvida una cosa. “Yo soy morado. Cuando el firmó por la Liga me dolió. Sin embargo, son cosas del profesionalismo. Ese fue su destino”.
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