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Cabizbajo El sospechoso, de apellido Campos, cuando ayer llegaba a la Fiscalía de Siquirres. El taxista fue asistido por la defensora pública Fiorella Rodríguez, quien le recomendó abstenerse de declarar. Carlos RODRIGUEZ/Al Día
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Cae presunto homicida
Muerte de empresario siquirreño Carlos RODRIGUEZ, corresponsal Rodolfo MARTIN rmartin@aldia.co.cr
Siquirres, Limón.-Un taxista de apellido Campos detenido el sábado pasado, figura como sospechoso del delito de homicidio calificado en perjuicio del empresario Óscar Gutiérrez Céspedez, ocurrido el 2 de octubre.
La víctima, propietario del centro turístico Las Brisas del Pacuare, en el barrio Betania, murió por los múltiples golpes que recibió con un tubo de 1,5 metros de largo por 3 pulgadas de grosos.
La policía no descarta la existencia de un segundo sospechoso, aunque no se ahondaron en detalles. Captura
Campos, de 34 años, fue detenido la noche del sábado en el bar Elga, cerca del parque central de Siquirres. La captura ocurrió luego de que el sospechoso volviera de Limón.
Campos, vecino de Cairo, había ido a internar a su esposa, quien se encuentra en avanzado estado de embarazo.
La delegación del OIJ de Siquirres, aparentemente, tiene fuertes indicios en contra del taxista, trascendió en medios policiales.
Entre otros, el arma homicida, algunas huellas dactilares y la ropa que utilizó el sábado 2 de octubre, cuando ocurrió el homicidio y la que llevaba puesta el lunes siguiente al intentar sacar dinero de la cuenta del occiso, en el cajero automático del Banco Nacional.
Las evidencias, eventualmente, habrías sido recolectadas durante un allanamiento que se le hizo a su casa el domingo por la noche, se dijo.
Incluso, al parecer existe un video suministrado por la entidad bancaria que registra su ingreso, permanencia y salida del cajero automático, trascendió. Crucial testigoCampos llegó solo esa noche a la sucursal bancaria. Atrás suyo, iba un médico destacado en la clínica local a quien el taxista le pidió alguna colaboración para hacer su transacción.
Incluso, el profesional lo acompañó dentro del lugar, según la información policial.
Campos, que no conocía elnúmero de clave del occiso, no pudo hacer el retiro.
Sorpresivamente, abandonó el cajero, a lo cual el médico le advirtió que había dejado la tarjeta y que regresara por ella porque le pertenecía.
Sin embargo, el hombre le respondió que no era de su propiedad.
El médico la recogió y se la guardó en el bolsillo del pantalón, con la idea de devolverla al banco al día siguiente.
Esa mañana, se enteró en el periódico Al Día acerca del homicidio y se percató de que llevaba consigo la tarjeta de crédito de la víctima. Inmediatamente, se la entregó a las autoridades.
El móvil del homicidio habría sido el robo. Es probable que Gutiérrez guardara unos ¢3,3 millones en la cabina donde fue asesinado.
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