Jueves 21 de octubre, 2004. San José, Costa Rica.


Luis Miguel en concierto...

Campeonato Nacional 2004-2005


 

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Stephen McDougall (a la derecha en la foto del juego y abajo insertada) sufrió un paro mientras jugaba ayer con las estrellas “Tronaditas”, en el colegio Blue Valley.
Archivo/Grupo NaciónAl Día

Luto en los aros

El jugador Stephen McDougall murió ayer durante un partido de exhibición

Ileana SANDÍ

El dolor se apoderó del baloncesto nacional. El jugador Stephen McDougall murió ayer mientras jugaba un partido de exhibición en Escazú.

El joven de 25 años participaba con el equipo de las estrellas “Tronaditas” en el colegio Blue Valley, a eso de las 12:45 p.m. cuando sufrió un paro cardiorespiratorio y fue trasladado al Hospital México, donde falleció.

“Nos informaron que Stephen sufría de un aneurisma cerebral, que provocó el paro”, expresó muy afectado Juan Juárez, entrenador de Los Coyotes de Santa Ana.

Un aneurisma cerebral es una dilatación en una de las paredes de una arteria, que se revienta y puede producir una hemorragia en el cerebro, según explicó el neurólogo Alexánder Parageles.

Muy querido

McDougall era jugador de Los Coyotes de Santa Ana, también jugó para la Universidad Fidelitas, Hispanoamericana, Escazú y la Selección Nacional.

También estuvo en el equipo Los Pistones de Nicaragua, a mediados de año.

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Stephen McDougall/Al Día

“Era el corazón del equipo, el alma de todos, no puedo creer lo que está pasando”, dijo Juárez.

A su dolor se unió el técnico de la Selección Nacional, Rodolfo Fonseca, quien estaba con el jugador cuando sucedió la desgracia.

“Era una excelente persona, muy tranquilo. Él siempre me dijo que quería morir en una cancha de baloncesto y se le concedió el deseo, pero 50 años antes”.

La madre de Stephen, Nidia McKencie, vive en Estados Unidos.

El joven vivía en el Alto de Guadalupe junto a su hermano Yabar.

Jeffry, su hermano mayor, vive con una abuela. Ambos estaban ayer muy afectados, en el Hospital México.

“Esta muerte es inesperada, es una desgracia, pero Dios sabe porqué hace las cosas. De una manera rarísima se nos va una estrella”, comentó Guillermo Durán, quien jugó con Stephen en 1998.

Para hoy en la tarde se organizará una guardia de honor con todos los equipos de baloncesto, ya sea en el Gimnasio Nacional o en el Liceo de Costa Rica.

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