Punto y aparte
Rebaja de salarios Vladimir de la Cruz
El Consejo de Gobierno se reunirá próximamente para, entre otras cosas, analizar una propuesta que modifica las jornadas de trabajo en el sector público.
Se planteará que, voluntariamente, los 212.000 trabajadores de ese sector tomen libre el lunes o el viernes, a cambio de reponer ese día en el resto de la semana.
La propuesta señala que no entrarían en esa modalidad quienes atienden público y prestan servicios, y establece no pagar horas extras por laborar más, pues interpreta que éstas se cambian por el día libre adicional.
En el sector público, la jornada es de 40 horas semanales; y en el sector privado, de 48.
El director del Departamento Legal de la Inspección de Trabajo ha señalado, claramente, que la nueva jornada de 10 horas no implicaría el pago adicional. Esto es lo mismo que proponen las reformas que se quiere agregar al Código de Trabajo, y que están en trámite en la Asamblea Legislativa –expediente 15.161–.
Estas reformas promueven las llamadas “jornadas 4-3”: 4 días de 12 horas, para un total de 48 horas de trabajo diurno; y 3 días de 12 horas nocturnas.
Asimismo, se pretende la anualización de la jornada: trabajar el total de horas de las 52 semanas del año, de manera seguida, a razón de 10 horas diarias, para un total de 9 meses, con suspensión de la relación laboral y los perjuicios que ello causa.
Los empresarios están de acuerdo con estas propuestas –que son parte de la agenda paralela del TLC–, a fin de incrementar la competitividad y aprovechar más la maquinaria existente.
El ministro de Ambiente y Energía promueve esta iniciativa, junto con los presidentes ejecutivos del ICE, CNFL y RECOPE, justificándola con el argumento de ahorrar combustible, como si los 212.000 trabajadores del Estado tuvieran un carro cada uno. También hablan de adelantar la entrada al trabajo, y atrasar la salida, para evitar las “horas pico” en las carreteras.
El proyecto de modificación de las jornadas laborales, que trae aparejada la reducción de salarios, pues no se pagan horas extras y, por ello, se reduce el monto del aguinaldo, salario escolar y pensiones, ocupa el lugar 46 en el orden del día de la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa.
Por el enredo que tiene la clase política, en cuanto a escándalos de corrupción, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito, han preferido no discutir por ahora el proyecto de ley y sustituirlo con estas medidas, mediante la justificación de una supuesta crisis de combustibles.
Sin embargo, el precio del combustible obliga a usar menos los vehículos particulares, y, por otra parte, los de trabajo y transporte público deberán seguir funcionando, cualquiera sea el precio de la gasolina.
¿Por qué estas medidas implican rebajar los salarios y aumentar las jornadas de trabajo? ¿Por qué empobrecer más al pueblo trabajador y estrujar a la clase media?
¿Por qué se proyectó para el 2005 solo un 4 por ciento de aumento en los salarios, y ni siquiera el 7 por ciento que se dio en los últimos dos años? ¿Por qué exprimir tanto a la gente?
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